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El pino gana terreno en Galicia

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

FORESTAL

Martina Miser

La Fundación Arume asegura que la superficie de esta especie plantada en la comunidad durante el 2022 es la más alta de los últimos quince años

09 jun 2023 . Actualizado a las 23:48 h.

Según los datos del primer Inventario Forestal Continuo de Galicia, las coníferas son la especie que más presencia ha perdido en los montes gallegos desde el 2011, que fue cuando se hizo el último censo por parte del Gobierno central. Sin embargo, en la Fundación Arume aseguran que esa tendencia se está revertiendo en los últimos años. Esta entidad sostiene que, solo en el 2022, en la comunidad se plantó la superficie de pino más alta de los últimos 15 años y que las coníferas están recuperando su atractivo para los propietarios forestales por los mayores precios que está alcanzando su madera y las perspectivas de una demanda creciente.

Según los datos que maneja esta entidad, durante el pasado ejercicio, el pino consolidó su tendencia al alza en las plantaciones forestales gallegas. De hecho, en ese período, la superficie que ocupa creció un 17, 6 %, en comparación con la media de los tres años anteriores, es decir, el período que va del 2019 al 2021.  Arume sostiene que en el 2018, se produjeron en Galicia 524.097 plantas de pino, la mayoría, de pinaster. El pasado año, esta cifra superó los seis millones, siendo 2,7 de ellos también de pinaster. En cuanto a las plantaciones de estas coníferas, los datos de la fundación dejan clara la tendencia al alza de esta especie en Galicia. Así, mientras que en 2018 solo se plantaron 419 hectáreas, el pasado ejercicio se superaron las 4.800 hectáreas, siendo 2.210 de Pinus pinaster, 1.735 de radiata y 887 de sylvestris.

«O aumento de prezos da madeira de piñeiro a partir de 2021, que chegou a ser de ata un 40 ou 50 % en maderia de calidade, fixo que as coníferas incrementarsen atractivo para o propietrio forestal», explican en esta entidad. También consideran que la recuperación del mercado del pino ha llegado para quedarse, «pois as perspectivas internacionais apuntan a unha demanda crecente e estable ao longo das próximas décadas», aseguran.  

Este escenario coincide, además, con la puesta en marcha de esta fundación, que arrancó en el 2019 con la participación de toda la cadena de pino gallega. Desde entonces, ha trabajado para mejorar la genética, restaurar los montes y la silvicultura, implantar la marca Pino de Galicia e impartir formación. Arume considera que su creación supuso un salto para las coníferas en Galicia, pues se pasó de años en los que se plantaban apenas 400 hectáreas a una media de 4.288 hectáreas durante los últimos ejercicios.« A fundación creouse no 2018, cando se plantaban en Galicia menos de mil hectáreas e non había producción de planta. Hoxe estamos xa en seis millóns de plantas», asegura Francisco Dans, vicepresidente de la entidad

Para Dans, la actividad de la fundación ha permitido que Galicia se encuentre ahora en un cambio de tendencia.« Tentamos sacar ao pino do pozo no que estaba e eu creo que o estamos a conseguir», afirmó. Porque, además, es necesario. «Temos unha industria moi diversificada e asentada no medio rural que precisa máis pino», explica. No hay más que ver el caso de Portugal que, tras los incendios está viniendo a Galicia a buscar esa materia prima. «Tanto en Galicia coma en Portugal temos que espabilar e recuperar esta materia prima. Será bo para a nosa economía e para o medio rural», añadió. 

Otro de los objetivos que se marcó la Fundación Arume cuando se puso en marcha fue el de poner a disposición de los propietarios forestales planta mejorada genéticamente, con el fin de aumentar la calidad de las plantaciones de pino gallegas. Las cifras demuestran, añaden en esta entidad, que este objetivo también se está cumpliendo. El pasado año, un 47 % de la planta que se empleó se corresponde a las dos categorías genéticas superiores, la cualificada y la controlada. En el 2019, ese porcentaje no llegaba al 7 % Está a ser decisivo, neste sentido, o programa de reproducción vexetativa de planta melllorada que impulsou a Fundación Arume en colaboración coa Consellería do Medio Rural e con cinco viveiros forestais galegos», aseguran. 

 Las plantas de categoría controlada son aquellas que fueron sometidas a ensayos comparativos que garantizan una mejora en crecimiento y calidad en relación a la planta de las categorías genéticas inferiores. Las de etiqueta cualificada son las que proceden del huerto de semillas con individuos seleccionados por cumplir unos requisitos a nivel fenotípico.