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El tesoro que esconden los Montes Universales-Alto Tajo

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

FORESTAL

Cedida

El proyecto Go Prorural ha demostrado la gran calidad de la madera que crece en este espacio y que es posible crear una industria para el aprovechamiento maderero de la zona

15 mar 2023 . Actualizado a las 09:33 h.

La despoblación es, sin duda, el principal problema que afecta al medio rural. Pero ¿y si un territorio descubre que tiene un recurso de calidad del que se podría realizar un aprovechamiento sostenible?¿Podría eso suponer un alivio a la sangría demográfica? En Teruel y Guadalajara estaban convencidos de la calidad que tenía la madera que crece en los conocidos como Montes Universales-Alto Tajo y de que, modernizando su aprovechamiento, podrían lograr un mayor beneficio para el territorio. Por eso pusieron en marcha el proyecto Go Prorural, que les ha permitido demostrar la calidad de la madera que producen estos montes y estudiar la viabilidad de instalar en ellos una industria transformadora, generando así empleo y desarrollo en una zona cuya demografía mengua continuamente.

«Es posible la modernización y transformación de la industrial forestal de los Montes Universales-Alto Tajo». Esta es la principal conclusión del proyecto Go Prorural, coordinado por la Fundación Copade de la mano de los Ayuntamientos de Orea y Orihuela del Tremedal, FSC España, Azentúa, Leroy Merlin y la fundación Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León (CESEFOR). Este grupo operativo realizó un exhaustivo estudio de investigación, con pruebas de laboratorio y análisis de resultados, y ha concluido que el pino silvestre de esta zona tiene una calidad óptima para su aprovechamiento y transformación en productos de madera estructural. 

La iniciativa se puso en marcha con el objetivo de estudiar la madera producida en estas zonas para generar productos de calidad, con mayor beneficio para el territorio, reinventando el aprovechamiento forestal de la zona para mejorar cualitativamente los usos de la madera. Las conclusiones del estudio dicen que la calidad de esta madera es excepcionalmente buena, lo que permite generar un modelo de negocio que, al mismo tiempo, ayudará a poner en marcha los planes de ordenación de estos montes aprobados por las comunidades autónomas, generando así oportunidad en el territorio y dejando el mayor valor añadido en el lugar donde se genera el recurso. Es una iniciativa sostenible y que busca un aprovechamiento respetuoso con los bosques.

La zona que se ha estudiado abarca los Montes Universales, situados entre la comarca aragonesa de Sierra de Albarracín (Teruel) y la zona suroeste del Alto Tajo, entre Guadalajara y Cuenca. Es un área de más de 60.000 hectáreas en las que predomina el pinto silvestre de que se extrae una madera valiosa y de calidad. 

Principales conclusiones

El estudio determinar que la zona es apta para la ubicación de una industria de fabricación de madera laminada encolada con capacidad para producir unos 5.400 metros cúbicos anuales solo con los montes propiedad de los dos ayuntamientos. Capacidad productiva que seria mayor si se incluye todo el territorio de la zona, que incluye  más de 50 municipios. Los resultados también demuestran el potencial de la zona para la ubicación de una industria de suelos y revestimientos de madera termotratada con capacidad productiva de unos 1.500 metros cúbicos anuales.

El proyecto incluyó un detallado estudio de la caracterización mecánica y de las características físico-mecanicas de esta madera para su uso en productos estructurales como vigas de madera, madera laminada encolada o tableros contralaminados. Todos los informes confirman las buenas propiedades de este material, con una resistencia muy por encima de la media de las coníferas presentes en España, y que posee unas cualidades óptimas para elaborar cualquier producto destinado a estructuras. 

Otro de los objetivos del proyecto era evaluar la viabilidad económica del modelo de negocio. Esta ha quedado demostrada para a puesta en marcha de una planta de fabricación de madera laminada para obtener hasta 4.500 metros cúbicos al año de este producto. Sería necesario realizar una inversión aproximada de 1,7 millones de euros, más los costes fijos y variables por año, obteniendo rentabilidad en apenas cinco años. 

Pero es que, además, el análisis concluye que el capital natural y la presencia del recurso en la zona está infravalorada y se realiza un escaso aprovechamiento del mismo. Y propone que todo el aprovechamiento se realice minimizando el impacto ambiental y mediante certificaciones de gestión forestal como FSC, de la que ya presumen los montes de Orea y que en breve tendrán los de Orihuela. 

Por otro lado, los promotores del proyecto sostienen también que se ha verificado el impacto positivo que la gestión forestal tendrá en la conservación de especies y en el mantenimiento y mejora de la capacidad de las cuencas hidrográficas de purificar y regular los flujos del agua. Al mismo tiempo, se prevé que la puesta en marcha de cadenas de valor productivas impulse el desarrollo local, mejorando las condiciones de vida de la población. Por último, el proyecto incluye un sistema de trazabilidad basado en tecnología blockchain para que los consumidores conozcan en todo momento los pasos que ha recorrido esta madera y que sirva de garantía de su gestión sostenible.