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¿Pueden las prácticas silvopastoriles aumentar la protección de los bosques frente al cambio climático?

M.C., X.M.P. REDACCIÓN

FORESTAL

Rafael Bastante | EUROPAPRESS

El proyecto Life Silfore pretende dar respuesta a esa pregunta. Os Ancares es una de las zonas en las que se desarrollará esta investigación liderada por el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker) y que cuenta como socio en Galicia con el  equipo de investigación de Sistemas Silvopastoriles de la Escola Superior de Enxeñería (EPSE) del Campus Terra

26 jun 2023 . Actualizado a las 13:45 h.

El cambio climático es una de las grandes amenazas del bosque. Solo los incendios afectaron durante el año pasado a unas 340.000 hectáreas de superficie forestal en toda la UE. En ese contexto el proyecto Life Silfore pretende comprobar en el plazo de cinco años en qué medida las prácticas silvopastoriles pueden aumentar la protección de los bosques frente a los efectos del cambio climático, entre ellos el fuego. Entre los lugares en los que se llevarán a cabo los trabajos de campo de esta iniciativa europea están masas forestales abandonadas y con baja calidad maderera ubicadas en la sierra de Os Ancares, en la provincia de Lugo. Ahí actuará el grupo de investigación de Sistemas Silvopastoriles de la Escola Politécnica Superior de Enxeñería (EPSE) del Campus Terra de la USC, liderado por la catedrática Rosa Mosquera. Su objetivo: Reducir el volumen de biomasa combustible entre un 40 y un 60% en esas zonas. Porque a menor cantidad de biomasa, menor riesgo de incendio. Además, como explica la catedrática, lo que se prevé es aumentar la diversidad arbórea con especies más tolerantes a las sequías, mejorar su estabilidad, reducir el nivel de propagación de enfermedades en las árboles o garantizar los servicios ecosistémicos y el desarrollo de la economía rural y local. 

Porque en esta parte de la provincia de Lugo la iniciativa, que cuenta con un presupuesto de 2,6 millones de euros a repartir entre las actuaciones que se realizarán en un total de 92,4 hectáreas forestales de País Vasco, Asturias, Portugal y Galicia, ensayará diferentes modelos agroforestales que permitan ampliar los usos del territorio, diversificando de ese modo los ingresos, además de proteger la diversidad del bosque. Una de las prácticas que se llevarán a cabo es el pastoreo con razas autóctonas en peligro de extinción, pero bien adaptadas al medio.

Como relata Rosa Mosquera esto puede provocar beneficios en la producción forestal porque los animales ayudan a fertilizar el suelo, además la mayor superficie destinada a pastoreo puede incrementar también el grado de autonomía forrajera y la diversidad en la dieta de los animales, reduciendo los gastos de alimentación de las explotaciones. 

El proyecto Life Silfore está liderado por el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker) y, además del grupo de Rosa Mosquera, sus otros socios son el Instituto Politécnico de Bragança, la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal) y también el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario del Principado de Asturias.

OBJETIVOS

Dinamizar el territorio

La docente del Campus Terra asegura que con este proyecto se pretende dinamizar la Serra de Os Ancares, intentando atacar una situación de esta y de otras zonas: Uno de los problemas que tiene la comarca de Os Ancares es el abandono poblacional. Ese problema, agrega, incluso limita la capacidad disfrutar de la zona, y así se vio, detalla, con los incendios de años pasados.

ACCIONES

Mejor madera, mejores pastos

Una acción que se puede llevar a cabo consiste en la realización de claras, con las que se mejora la calidad de la madera de pino y de los pastos y se aumenta la luz del sotobosque. Con esas medidas, dice Rosa Mosquera, se actúa para aumentar las posibilidades económicas de ganaderos o de dueños de monte, pero también se actúa contra el cambio climático.

Repercusiones

Aún es posible

Con el plan, también se espera analizar cuánto carbono se secuestra y se deja de emitir a la atmósfera. Se trata de una cuestión de actualidad, pero Mosquera destaca además que se está a tiempo de actuar para prevenir algunas consecuencias del llamado efecto invernadero y para generar a la vez riqueza.

De hecho, «hay iniciativas en marcha y hoy la sociedad está concienciada», afirma. «No solo se está a tiempo; se está empezando a dinamizar el territorio», subraya. Un ejemplo que cita es el de la cooperativa ancaresa A Carqueixa, integrada por ganaderos de vacuno de carne. Los animales tienen en los pastos de la zona la mayor parte de su alimentación, y Mosquera contrapone ese caso con el de reses alimentadas con productos llegados de Sudamérica. «Eso no es sostenible», recalca.

Consecuencias

Más servicios

El desarrollo del plan potenciará tres tipos de servicios, según resume Mosquera. En primer lugar, servicios ecosistémicos, relacionados con la alimentación; en segundo, servicios ambientales, como el secuestro de carbono; en tercero, servicios sociales, vinculados con el cuidado del paisaje.