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900 euros al año por hectárea: una buena razón para cuidar el monte y poder recoger setas

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

FORESTAL

Las setas aparecen en numerosas zonas de Galicia.
Las setas aparecen en numerosas zonas de Galicia. CARLOS RUEDA

Los aprovechamientos micológicos van a más en los últimos tiempos

04 ene 2023 . Actualizado a las 16:23 h.

El monte limpio y bien cuidado es un activo. Se evitan los incendios forestales y se pueden lograr rendimientos por la venta de madera o por frutos como la castaña. Pero un monte en buenas condiciones también puede suponer una fuente de ingresos por actividades como la micología: recoger setas no es solo una afición, sino que puede generar un rendimiento anual de 900 euros por hectárea de terreno.

Antonio Rigueiro, catedrático de la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo (USC) explica que esos rendimientos se han dado en algunas zonas de O Courel y que se trata de experiencias aprovechables en otras partes de Galicia.

perfil

Especies conocidas.

Boletus edulis, níscalo o cantarela son variedades conocidas por la mayor parte de la población y también, apunta Rigueiro, las que se encuentran con más facilidad en el mercado. Pero tampoco son raras variedades como la sendeiriña o la lengua de vaca, que igualmente aparecen en el mercado. Boletus y cantarelas suelen darse en terrenos con pinos, aunque las cantarelas también son habituales en terrenos con castaños; los boletus también aparecen en carballeiras.

evolución

Un movimiento económico en ascenso.

Aunque se trata de un mercado menos conocido que otros y en el que, reconoce, establecer datos concretos resulta difícil, Rigueiro calcula que el mundo de las setas mueve en Galicia unos dos millones de kilos al año en mercancía. Tomando como referencia un precio de seis euros por kilo, se calcula un volumen de unos doce millones de euros al año. «Xa é unha cantidade importante», afirma el docente.

En algunos soutos de O Courel, agrega, se logran aprovechamientos de 150 kilos al año por hectárea, que con un precio de unos seis euros por cada uno suponen 900 euros. Para recalcar la importancia de es aprovechamiento, Rigueiro explica que es la mitad de lo que se puede obtener al año, en una hectárea, por la venta de castañas. Su conclusión: «Non é nada desprezable», asegura el docente.

trabajos

Necesidad de limpiar y de cuidar.

Un monte limpio, sin toxos o helechos, es indispensable para conseguir un aprovechamiento micológico. En zonas de pinos, además, conviene realizar claras para que no haya una muy alta densidad de árboles por hectárea. Por otro lado, tampoco es desechable la idea de regar en verano —sobre todo en años de importante sequía, como ha ocurrido en este 2022— Rigueiro es consciente de la dificultad de la operación, si bien comenta que se pueden emplear cisternas.

Otra actuación importante es labrar superficialmente la tierra o plantar hongos viejos para que entren en contacto con la raíz del árbol.

contraste

Un rechazo tradicional que se va superando.

Que algunas variedades de setas sean conocidas como pan do demo no es casualidad sino más bien, explica Rigueiro, una muestra del rechazo tradicional hacia esos frutos del bosque. El catedrático reconoce que se ha dado un cambio de actitud, ya que no solo se han celebrado cursos sino que también las empresas se preocuparon de dar una cierta formación a quienes recogían setas y se las vendían. «Hai 40 anos, a xente ía ao monte e apañaba o que había, e o intermediario facía a selección», recuerda. Hoy se trabaja de otro modo, dice.

contribución

Ayuda para los árboles y para las zonas rurales.

Las setas también ayudan a la salud de los árboles, puesto que contribuyen a su crecimiento. Además, con los aprovechamientos micológicos se pueden conseguir actividades económicas conectadas con el medio rural. «É unha riqueza máis», asegura el catedrático del Campus Terra.

inquietudes

Más formación y más interés en la población.

Hace varias semanas, en Lugo se celebraron unas jornadas micológicas que organizaron la Escola Politécnica Superior y la asociación Lucus. Rigueiro, que intervino en las sesiones, destaca que los estudiantes cada vez se preocupan más por este aspecto.

Una materia que se estudia y un asunto sobre el que se legisla

La micología no solo se aborda en jornadas como las que se celebraron en semanas pasadas en la Escola Politécnica Superior de Lugo. También es asunto de estudio, y en el programa del grado de Enxeñaría Forestal que se cursa en ese centro hay una materia denominada Producións complementarias do monte.

Por otro lado, la Lei de Montes de Galicia recoge en su texto cuestiones relacionadas con el aprovechamiento y establece que los frutos del monte pertenecen al dueño, aunque también se tienen en cuenta actividades tradicionales como la de ir al monte y llevarse unas setas a casa. Que esos y otros detalles estén regulados demuestra, dice Regueiro, que la micología suscita un mayor interés.