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¿Qué se debe hacer para que un injerto de castaño tenga éxito?

Xosé María Palacios Muruais
XOSÉ MARÍA PALACIOS LUGO / LA VOZ

FORESTAL

Plantación de castaños en Lourantín, en el municipio de Monterroso
Plantación de castaños en Lourantín, en el municipio de Monterroso ALBERTO LÓPEZ

Elegir una variedad acorde con el suelo y con el clima de la zona es fundamental

02 oct 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La llegada del otoño marca el inicio de la temporada de recolección de castañas. Lo que para algunos puede ser una simple costumbre, transmitida de unas generaciones a otras, es una actividad que suele ir acompañada de preparación de los árboles que dan el fruto. En los últimos tiempos, en distintos lugares de Galicia están proliferando cursos de técnicas de injerto, con asistencia de alumnos de edades variadas y con presencia de mujeres entre quienes reciben esa formación.

La Diputación de Lugo organizó recientemente una jornada formativa en O Incio. Miguel Ángel Vázquez de la Mata, empresario berciano que imparte cursos y que ofrece formación online, explica cuestiones que ayudan a realizar correctamente un injerto, de modo que la vida de la planta sea larga, y su rendimiento, mayor. En los últimos tiempos, dice, se observa un creciente interés por las técnicas de injerto, que demuestra también un interés por cuidar los castaños desde una perspectiva forestal más profesional.

amplio campo de trabajo

Numerosas variedades.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó en el 2016 la orden por la que se incluían dieciséis variedades tradicionales de castaña gallega. En la obra «Guía de cultivo do castiñeiro para a produción de castaña» —promovida por la Xunta y editada por Josefa Fernández, investigadora del Centro de Investigación Forestal de Lourizán (Pontevedra)—, se divide Galicia en cuatro zonas desde el punto de vista de los soutos.

La zona I va de Ribadeo a A Guarda, aunque abarca también una parte interior, cercana al litoral, de Lugo, de A Coruña y de Pontevedra. La zona II se extiende por casi todo el resto de la provincia de Lugo, salvo la montaña oriental, así como por el este de A Coruña y de Pontevedra. La zona III ocupa valles lucenses y ourensanos cercanos al Sil. La zona IV se extiende por sierras orientales de Lugo, así como del este y del sur de Ourense. Cada una tiene distintas características de humedad, de temperatura y de altitud, lo que obliga a usar distintas variedades según los territorios.

tarea

Cada variedad tiene sus matices.

«En todo hace falta práctica», dice Vázquez de la Mata sobre las complejidades de los injertos. Hay que tener en cuenta también, por ejemplo, que las fechas de producción son distintas. Así, las variedades luguesa, negral y ventura son las más tempranas, hay ocho de producción media (de parede, de presa, inxerta, rubia, raigona, rapada, picona y puga de afora) y otras cinco (amarelante, branca, famosa, garrida y longal) son tardías. Cada variedad de planta, recalca el citado experto, necesita matices particulares en su cuidado.

TÉCNICA

Hay que saber ver si la planta está sana o enferma.

Según recuerda Vázquez de la Mata, el castaño es una planta muy condicionada por cuestiones fitosanitarias. Por ello resulta importante saber cuál es su salud, y en los cursos se enseña a apreciar, antes de realizar el injerto, si está sana o enferma. Por ejemplo, Vázquez de la Mata subraya la importancia de fijarse en la corteza: si hay coloración, es fácil suponer que la planta padece chancro. Si hay enfermedad, la savia no pasará y la planta no saldrá adelante.

También influye el momento del año elegido: si el injerto se lleva a cabo en invierno, se trabaja más en la madera; si se realiza en verano, se presta más atención a la corteza.

coste

Unos 80 o 100 euros para quien se inicie en la experiencia.

Un serrucho que corte bien (los hay desde ocho o diez euros hasta otros que cuestan 25 o 30) y unas tijeras (pueden costar de 20 a 30 euros) son imprescindibles. También es necesario hacerse con cinta, que se usa para cerrar heridas: si se elige cinta aislante, el precio anda en torno a 1,50 euros; si se escoge cinta individualizada para cada injerto, el gasto es mayor. También se emplea desinfectante, que puede ser lejía, pasta mastic (cierra heridas y puede costar de ocho a 15 euros) o sulfato de cobre. En total, el gasto de quien se inicia en los injertos puede oscilara entre 80 y 100 euros, si bien utensilios como el serrucho o las tijeras duran años.

SUPERFICIE

Plantas de pocos centímetros o de gran diámetro.

Vázquez de la Mata afirma que un injerto se puede practicar en una planta de varios centímetros o en un árbol de amplio diámetro. En este caso, detalla, es necesario meter una púa por cada ocho o diez centímetros de diámetro para que la herida en la planta se cierre lo antes posible.

Tras el injerto, hay que prestar atención al rebrote de la planta, además de al frío y al viento, que puede causar daños si sopla con intensidad. Si el árbol es de un tamaño considerable, las púas se desarrollan con más potencia, por lo que se necesita sujetarlas para que no las rompa el viento. Con un injerto practicado en primavera, unos 20 o 25 días después ya debe verse que se han producido avances; pero si la planta se encoge, el proceso funciona mal y no se transfiere savia.

vida útil

Árboles centenarios con injertos de hace siglos.

Hay castaños centenarios con injertos practicados hace siglos. Vázquez de la Mata recuerda esa cuestión para subrayar la importancia de elegir en cada zona una variedad de castaño adecuada, condición imprescindible para el desarrollo. Advierte de que la elección de una variedad inadecuada influye incluso en el sabor de la castaña y de que se trata de una fallo relativamente frecuente en Galicia.

interés

La gente valora los distintos usos del árbol, pero también su resistencia.

El valor de la madera de castaño en la construcción y en la industria del mueble es bien conocido, aunque en las últimas décadas ha tenido que competir con otras. Además de esa importancia, en los últimos años empieza a verse, según Vázquez de la Mata, un interés por los injertos relacionado con la posibilidad de comercializar las castañas. En este caso, además, existe la posibilidad de comercializar las castañas con sello ecológico. Por otro lado, un castaño bien cuidado requiere menos cuidados que un frutal, precisa este experto.

BENEFICIO

Una ganancia de 5.000 euros al año por hectárea es un objetivo posible.

Un castaño de 15 años puede dar una cosecha anual de 25 kilos, aunque de un año a otro se pueden presentar oscilaciones. Una hectárea de terreno con cien castaños plantados supone la recolección de unos 2.500 kilos. Teniendo en cuenta precios pagados en los últimos años en el Bierzo, se puede pensar en una ganancia anual de 5.000 euros.

abono

Material orgánico o químico para favorecer el desarrollo.

Aunque Galicia, reconoce Vázquez de la Mata, suele caracterizarse por los suelos fértiles, no se debe excluir el uso de abono para que el castaño crezca mejor. Antes no era raro que el castaño, en algunas zonas, se plantase cerca de fincas con cereal, que ayuda a fijar nitrógeno en el suelo y ayuda al árbol. Hoy, por lo general resulta necesario utilizar, que puede ser orgánico o químico.