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Los propietarios de parcelas colindantes a las de una agrupación forestal de gestión conjunta deberán mantenerlas limpias

M.C. REDACCIÓN

FORESTAL

CEDIDA

De no hacerlo podrían declararse en estado de abandono o infrautilización, abriendo la alternativa de ser alquiladas por la agrupación

06 may 2022 . Actualizado a las 09:38 h.

Galicia dispone de 11,1 millones de parcelas catastrales rústicas, propiedad de 1,73 millones de titulares. De todas esas parcelas, en torno a unos 8 millones son forestales. Estos datos son la prueba de por qué es tan complicado realizar una gestión eficaz del monte. Para tratar de solventar el problema se ha creado la figura de agrupaciones forestales de gestión conjunta, de modo que al agrupar varias de esas parcelas puede hacerse un mejor aprovechamiento del monte al lograr espacios en los que merezca la pena realizar una plantación ordenada. El Consello de la Xunta de este jueves abordó precisamente un informe presentado por la Consellería de Medio Rural sobre la nueva orden que regulará los procedimientos de tramitación electrónica para el reconocimiento de estas agrupaciones, pero también para que puedan hacerlo los silvicultores activos, otra de las figuras que al igual que las agrupaciones de gestión conjunta, recoge la primera revisión del Plan Forestal de Galicia, cara a Neutralidade Carbónica. Una de las cosas que advierten, como avanzan desde la Xunta en un comunicado, es que, una vez reconocida una agrupación forestal de este tipo, los titulares de las parcelas colindantes tendrán la obligación «de manter unha xestión cun nivel de actividade forestal equiparable ao da agrupación» y, de no hacerlo, «podrán declararse en estado de abandono ou infrautilización, tendo a agrupación a alternativa de acceder ao seu arrendamento». 

 Pero quién puede pedir ser reconocido como agrupación forestal de gestión conjunta o silvicultor activo

En el caso de las primeras, según explican desde Medio Rural, podrán solicitarlo las Sociedades de Fomento Forestal (Sofor), las asociaciones sin ánimo de lucro constituidas para el auxilio, apoyo y asesoramiento a los propietarios o titulares de los aprovechamientos de terrenos en la planificación forestal y gestión y comercialización conjunta de sus aprovechamientos; las sociedades civiles y comunidades de bienes, las cooperativas u otras entidades de economía social, las sociedades agrarias de transformación (SAT), las sociedades mercantiles reguladas en la legislación de sociedades de capital, además de cualquier entidad que pretenda recuperar de forma conjunta la superficie forestal. 

Desde la Xunta añaden que han de cumplir con uno o varios de estos objetivos: «Movilizar terrenos forestales por medio de una gestión conjunta y sostenible, recuperar e impedir su abandono, favorecer la gestión, producción y comercialización conjunta; servir de instrumento para la conservación del ambiente mediante la gestión activa y la valorización de las masas consolidadas de frondosas autóctonas, la prevención y la defensa contra incendios forestales, la protección frente catástrofes y la mitigación y adaptación contra el cambio climático o la creación de empleo endógeno». 

Una vez que estas agrupaciones se hayan reconocido, quedarán inscritas de oficio en el Rexistro de Agrupacións Forestais.  Además, la Consellería do Medio Rural podrá concertar contratos temporales de carácter voluntario, para la gestión forestal sostenible de montes particulares de las agrupaciones de gestión conjunta, en casos en que su especial dificultad para la puesta en valor  o las condiciones del monte lo aconsejen.  

En el caso de los segundos, podrán solicitarlo aquellos particulares o entidades que sean propietarias, titulares o gestores de unidades de gestión forestal que cuenten con un instrumento de ordenación o gestión forestal y que dispongan de un certificado de gestión forestal sostenible emitido por un sistema de certificación forestal reconocido de modo internacional. El reconocimiento de este estatus favorecerá, como avanzan desde la Consellería do Medio Rural, el acceso a ayudas vinculadas al cumplimiento de instrumentos de ordenación forestal o medidas de apoyo al sector forestal.  

El objetivo, según la  Xunta, es alcanzar las 100 agrupaciones y los 25.000 slvicultores activos en el horizonte del 2025. 

La nueva orden abordada en el Consello, como explican desde Medio Rural, está enmarcada dentro de la Estratexia Forestal Europea que declara que los bosque gestionados no solo fijan carbono mejor que los que no le están, también reducen las emisiones y los problemas causado por el deterioro del estado de los bosques. Además, añade que la gestión sostenible y activa de los bosques tiene un impacto en el clima y sobre la anticipación al fuego. La idea de esta orden, añaden desde ese departamento dela Xunta, es poner en marcha dos procedimientos de carácter voluntario que para los demandantes que vean avalada su condición de agrupación forestal de gestión conjunta o de silvicultor activo, supondrá un reconocimiento de la gestión forestal sostenible, lo que les dará prioridad a la hora de acceder a ayudas públicas y beneficios fiscales.