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Las plagas forestales, cada vez más agresivas por el calentamiento global

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

FORESTAL

cedida

Un estudio revela que el 30 % de los árboles están afectados por algún tipo de enfermedad y al 6 % esto les ha causado la muerte

24 mar 2022 . Actualizado a las 08:43 h.

El centro de investigación CREAF y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han presentado un estudio que revela que la exposición a las sequías determina si un árbol resistirá el ataque de las plagas. Es más, el ejemplar en cuestión tendrá más probabilidades de morir cuantas más sequías haya sufrido, si es atacado por determinados insecto. La investigación ha estudiado bosques de coníferas de toda Europa durante los últimos 10 años y ha detectado que el 30 % de los árboles están afectados por alguna plaga, mientras que al 6 % esta les ha causado la muerte.

Hasta ahora ya se tenía claro que los bosques que crecen en un clima poco adecuado para ellos se ven más fácilmente afectados por enfermedades forestales y el ataque de plagas. Pero la investigación del CREAF ha desvelado que el cambio climático está potenciando que incluso bosques que viven en su ambiente más óptimo, por lo que deberían ser más resistentes, se vean afectados por la infección de plagas como los escarabajos perforadores. Y la principal causa de que esto suceda es la sequía. El documento concluye que las grandes olas de calor, junto con los episodios de ausencia de agua que las acompañan, ponen los bosques al límite de su resistencia y los exponen al ataque de insectos, lo que luego provoca mortalidad por plagas en grandes masas forestales.

«Según los resultados de la investigación, la resistencia que tiene un bosque ante el ataque de estos insectos depende casi exclusivamente de la sequía y de cómo de intensa y duradera haya sido esta. Además, los efectos son acumulativos, los bosques tienen memoria y cuantas más sequías reúnan, más probabilidades tendrán de sucumbir», explica Luciana Jaime González, investigadora del CREAF y primera autora del documento. 

La investigación también revela que el calentamiento global propicia que se desarrollen más y mejor algunas plagas forestales, como por ejemplo los escarabajos perforadores de pinos, y potencia que haya sequías más intensas. «De los miles de árboles estudiados, casi el 30 % están infestados por algún escolítido, la familia de escarabajos perforadores que más frecuentemente los ataca, y un 6 % ya han muerto», añade Jaime. 

Según el CREAF, durante los últimos años, los bosques de coníferas de Europa que han muerto directamente o por causas asociadas a los ataques de insectos han aumentado preocupantemente. Por es este documento ha estudiado 130 parcelas en toda Europa que han estado monitoreadas desde el 2010 para entender cómo responden los árboles al insecto atacante y cuáles son los más expuestos. La conclusión es que el centro, norte y este de Europa son las zonas donde las plagas se están volviendo más agresivas e infestan más bosques. En especial, los escolítidos que están causando más problemas son los que completan más de un ciclo de vida al año, porque aprovechan el aumento de las temperaturas para reproducirse más veces. 

Además de la sequía y la temperatura también hay otros factores que predisponen a los árboles a ser atacados por estas plagas, como son la propia estructura del bosque y la composición de especies forestales que tiene.