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Las hermanas que echan leña al fuego desde A Estrada

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

FORESTAL

Miguel souto

Dolores y Rosario Gamallo suministran madera para chimeneas y cocinas

22 ene 2022 . Actualizado a las 13:29 h.

Cuando el frío aprieta como estos días, el consumo de leña se dispara. Sobre todo en la zona rural, donde muchas casas siguen conservando las míticas cocinas rústicas que, además de preparar asados irrepetibles a fuego lento, caldean la casa. Antaño, casi todas las familias fabricaban su propia leña. Sin embargo, cada vez son más las que apuestan por comprarla hecha. «Os montes están descoidados e a xente non ten maquinaria. Din que se teñen que pagar para todo sáelle máis barato comprar a leña feita», explica Dolores Gamallo, de la empresa estradense Gamallo Forestal. La firma es una de las que suministra combustible natural para chimeneas y cocinas de hierro. Al frente están las hermanas Dolores y Rosario Gamallo Gañete, dos mujeres decididas que hace nueve años desembarcaron en un sector esencialmente masculino para darle el relevo a su padre, Manuel Gamallo Picáns. Él era originario de Vedra, donde su padre, José Gamallo, ya regentaba una empresa dedicada a la tasación y compra de madera en el monte. Manuel continuó con el negocio de su padre y, cuando se casó con una estradense, trasladó la actividad a la parroquia de Ribeira (A Estrada). Manuel se dedicó a la compra de madera en el monte para su comercialización y, al toparse con un nuevo nicho de mercado, se embarcó también en la fabricación de leña.

Dolores y Rosario crecieron echando una mano los fines de semana y los veranos en el negocio familiar, pero nunca se plantearon un futuro profesional ligado a la leña. Todo cambió cuando su padre tuvo que jubilarse por enfermedad. Dolores, que había estado viviendo en Pamplona, trabajaba como enfermera con contratos puntuales. Rosario, por su parte, era modista. Ninguna de ellas dudó en dejar las agujas para dar continuidad al negocio familiar. «Había que elexir, porque compatibilizar neste traballo é imposible. O corpo non che aguanta», explica Dolores Gamallo. «Collemos a empresa e estamos loitando por ela. A veces arrepentímonos, outras non... A vida de autónomo é moi dura e hai meses mellores e peores, pero a verdade é que non podemos queixarnos», explica.

La empresa está centrada ahora en exclusiva en la venta de leña. «Nós non imos ao monte a comprar as árbores. Iso é un mundo aparte e a nós faisenos moito. O que facemos é comprar a madeira, traela en trailers, facer a leña e distribuila», explica Dolores Gamallo.

La campaña fuerte es entre los meses de julio y septiembre

Aunque el frío acaba de empezar en Galicia, la época de mayor actividad de la empresa no está por venir, sino que ya ha pasado. «A campaña vai de maio a setembro e os meses de máis traballo son de xullo a setembro. Aí imposible coller vacacións», comenta Dolores Gamallo. En verano, incluso hay que reforzar personal. Según cuenta, el cliente es previsor y, si tiene sitio para almacenar, compra la leña en verano para prepararse para el invierno. «Nas aldeas collen varios camións de leña porque teñen onde almacenar e xa quedan surtidos ata o ano seguinte. Os repartos que facemos agora son sobre todo para chalés nas cidades, que non teñen tanto onde almacenar», comenta.

El eucalipto ya cuesta lo mismo que la de carballo, que está empezando a escasear

Lós árboles se compran sobre todo en las zonas de Arzúa y Lugo. «É onde máis hai. Na nosa zona non hai moito carballo», cuenta la empresaria. Roble y eucalipto son las dos maderas más demandadas para leña. Sobre todo la primera. «O carballo é o que máis se pide, pero os proveedores din que escasea porque non hai moitos permisos para cortar. Á xente gústalle porque aguanta máis e deixa brasa. Unha acha de carballo non se apaga tan rápido. O eucalipto arde mellor pero consúmese máis rápido e non deixa rescoldo», explica Dolores Gamallo. «Nós vendemos un 75% de leña de carballo e un 25% de eucalipto», cuenta.

Pese a lo que pudiera parecer, el precio es el mismo. «Antes o eucalipto era máis barato, pero agora está igual. Ence e Finsa págano máis e fan subir os prezos», comenta Dolores Gamallo.

La leña se vende por metros o por sacos. Un saco equivale a un metro. Los costes de producción se han disparado y han obligado a subir el precio al consumidor final. Ahora, el precio del saco ronda los 55 euros. «Estivemos aguantando todo o que puidemos. Non subimos en Nadal para non poñerllo máis difícil á xente, pero ao final tivemos que subir porque senón as contas non dan», explica Dolores Gamallo.

La empresa estradense vende a almacenes de Vigo o Lalín y también hace reparto a domicilio en el entorno de Santiago, Noia, Vilagarcía o Catoira.