
El Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia aplica la biotecnología para hallar genotipos de estas especies tolerantes a la tinta
08 dic 2021 . Actualizado a las 12:51 h.No cabe duda de que el cambio climático es un fenómeno que cada vez deja más pistas que obligan a poner en marcha iniciativas dirigidas a revertir los efectos que pueda provocar en los bosques. Eso es lo que abordará el subproyecto del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia (IIAG), Biotecnología aplicada a la producción de genotipos de encina y castaño tolerantes a P. cinnamomi, una investigación financiada con cerca de 115.000 euros, donde también colabora las universidades de Turín, Extremadura y además el Instituto Nacional de Investigación Agraria y Veterinaria de Lisboa.
La idea, como explica su coordinadora, la doctora Elena Corredoira, es producir genotipos de encina y castaño que sean más tolerantes a la P. cinnamomi, el oomiceto que origina la tinta del castaño. ¿Cómo lograrlo? Por medio de técnicas de edición genética mediante CRISPR-Cas9 o mediante herramientas biotecnológicas como la embriogénesis somática, la crioconservación o la silvicultura multivarietal.
«La idea _explica esta investigadora_ es generar materiales de castaños, encinas o alcornoques que tengan una mayor tolerancia a los cambios de temperatura. Porque una subida de uno o dos grados afecta mucho a los árboles». Desde el IIAG, donde llevan trabajando años con el castaño para procurar ejemplares que sean más tolerantes con la tinta, pretenden dar un paso más con esta investigación.
Este subproyecto que lidera el IIAG forma parte de los tres que integran el proyecto VARIFOR sobre Aplicación de la Silvicultura Multivarietal al desarrollo de genotipos de Fagáceas y Pináceas adaptados al cambio climático. Este tipo de trabajos resultan imprescindibles para que los bosques no sufran ese estrés derivado del alza de temperaturas. Porque no hay que dejar de buscar fórmulas dirigidas a garantizar la conservación de esos espacios naturales.