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Mujeres que apostaron por el sector forestal

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

FORESTAL

Fearmaga muestra el primero de una serie de vídeos en los que la construcción de un barco de madera es el hilo conductor para presentar el impacto en el territorio de esta industria y para poner de relieve el papel que el colectivo femenino tiene en este campo

21 jul 2021 . Actualizado a las 21:46 h.

Sandra Vázquez lleva diez años trabajando en el mundo forestal y, actualmente, dirige una explotación privada. Ella es la protagonista del primero de los vídeos elaborados por la Federación de Aserradores y Rematantes de Maderas de Galicia (Fearmaga) para presentar el impacto en el territorio que tiene la industria forestal y para poner de relieve el papel que la mujer tiene en este negocio. La construcción de un barco de madera es el hilo conductor de estos trabajos, llevados a cabo en colaboración con la Axencia Galega da Industria Forestal (XERA).

En el primero de estos vídeos, Fearmaga pone en valor el papel de las mujeres que trabajan en el mundo forestal, con una profesional al frente de la explotación forestal de la que, entre otros productos, se extrae madera para la construcción de barcos. Vázquez Agra compagino sus estudios de técnico forestal en Valencia con el trabajo en la explotación forestal para alcanzar su sueño de «contribuir á natureza e facer dela a súa oficina». Según cuenta en el audiovisual, su propósito es conseguir un beneficio ambiental para el entorno y que la gestión forestal le permita obtener madera de calidad, pues solo de esa forma la finca será sostenible económica y medioambientalmente «e poderei xubilarme aquí», asegura.

Para obtener una madera de calidad, continúa esta profesional, «o único segredo é aplicar as técnicas de silvicultura». Para ello, en una parcela hay que programar el trabajo «segundo as características do solo, a orientación, realizar podas e promover a biodiversidade, nada de monocultivo», destaca. Define la selvicultura como una forma de educar al árbol, en la que la poda de los primeros años es una guía para que crezca recta y obtener así madera de calidad de forma sostenible. Añade que en una misma parcela pueden vivir distintas especies y «está demostrado que a calidade da madeira é boa e as especies se axudan unhas a outras». También defiende el aprovechamiento total de un mismo árbol, «do que se pode obter madeira para serrar, biomasa ou leña. Leva máis tempo pero é a maneira máis efeciente de xestionala», añade. 

La explotación que dirige va ya por el tercer plan de ordenación, que considera «unha ferramenta moi útil para controlar o momnte, poder vender madeira certificada e facer as cousas ben». Es, además, una abanderada de la biodiversidad y explica que, en su caso, las frondosas de reserva representan el 20 % de la superficie, mientras que el resto se reparte entre plantaciones de pino, eucalipto y bosques de robles, castaños, secuoyas y hayas. Está gestión permite fijar población en el rural, ya que todos los trabajadores son de la zona, y la madera se vende en aserraderos de los alrededores, en función del destino final que se la vaya a dar.