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El monte gallego no podrá acoger desde hoy nuevas plantaciones de eucalipto

María Cedron REDACCIÓN

FORESTAL

OSCAR CELA

El veto estará vigente, en principio, hasta el 31 de diciembre del 2025

02 jul 2021 . Actualizado a las 12:00 h.

Las nuevas plantaciones de eucalipto quedan desde hoy prohibidas temporalmente en Galicia. Este veto, recogido en una disposición transitoria de la Lei de Recuperación da Terra Agraria de Galicia, estará vigente hasta el 31 de diciembre del 2025. La fecha podría variar en función de los datos que vaya arrojando el Inventario Forestal Continuo que ahora está en proceso de elaboración y que determinará exactamente qué superficie del monte gallego está cubierta por masas de eucalipto. Ahora, a falta de datos fiables, la superficie ocupada en Galicia de eucalipto es de 422.200 hectáreas (300.500 compuestas únicamente por esa especie), una cantidad que esa revisión del plan forestal pretende reducir en unas 20.000 en unos 20 años.

Fuentes de Medio Rural explican que contar con información actualizada es fundamental con el fin de poder articular las políticas necesarias para el monte gallego porque, actualmente, los datos de que se disponen provienen del inventario estatal de especies de crecimiento rápido, con cifras del año 2018 y cuya metodología, basada en parcelas de radio variable, no se adapta a la realidad minifundista de Galicia. «Tomemos en consideración que una sola parcela de dicho inventario se encuentra situada en 36 parcelas de diferentes propietarios», explican. Por eso, los resultados de la nueva metodología empleada en el Inventario Forestal Continuo de Galicia permitirán tomar decisiones, «consensuadas por el sector forestal gallego» que logren articular una distribución equilibrada de especies y usos acorde con las exigencias establecidas en el Pacto Verde y la Estrategia de Biodiversidad de la UE.

Garantía para la certificación

El reequilibrio de especies supone un aval de cara a la certificación de los diferentes productos y servicios que proveen los ecosistemas forestales. Porque contar con un sello que avale la buena gestión de esas producciones será una exigencia que, como han repetido más de una vez desde la Asociación Forestal de Galicia, fundamental para poder comercializar cualquier materia prima originada en los bosques de Europa. Además, el precio medio que se paga por tonelada certificada es entre 3 y 5 euros mayor que el de árboles que no cuentan con ella.

En este sentido, desde una asociación de propietarios forestales de Ferrolterra en cuyos montes domina el eucalipto y que hasta no hace mucho tiempo contaba con una entidad de certificación explican que «tiñamos que deixar un 10 % do monte como superficie de reserva para poder certificar o eucalipto. As empresas certificadoras máis grandes poden coller territorios máis amplos e compensar unhas zonas con outras». El cambio que se ha producido es que ahora, en base a las normas de las compañías certificadoras, la superficie que hay que dejar para obtener ese aval se corresponde con un 10 % de la unidad de gestión que se tenga en cuenta. Esta puede ser un distrito forestal o un territorio más amplio, pero no tiene por qué ser únicamente un monte...

La moratoria, criticada en el Parlamento por PSdeG y BNG, no impide continuar plantando esta especie en aquellas fincas donde ya hay plantaciones legales de esta especie, o en aquellas parcelas catastrales en las que el eucalipto es dominante (en unas 121.700 hectáreas convive con otras especies). Es decir, en terrenos en los que los árboles de variedades como nítens o globulus con un diámetro igual o superior a los 7,5 centímetros ocupan más del 50 % de su masa forestal.

Es por eso que las asociaciones de propietarios de las grandes áreas productoras —desde Ferrolterra a A Mariña— no miran su entrada en vigor con malos ojos. «Vemos ben que haxa un plan que limite as plantacións para que non haxa monocultivo— explica Manuel Galdo, presidente de la Asociación de Productores de Madeira de Viveiro (Promavi)—. Todo o que sexa equilibrar está ben porque de haber sobreprodución despois tamén é complicado poñer a madeira no mercado. O único, é que debería ter entrado en vigor con máis axilidade para non dar tanta marxe para plantar á última hora como parece que pasou».

Fue el BNG el que alertó el pasado mes de abril de «un frenesí» y un «bum» de plantaciones de eucalipto antes de la entrada en vigor de la moratoria debido a un «efecto chamada». En cambio, desde Medio Rural comentaron entonces que en base a sus datos no se había producido un «incremento substancial» de solicitudes de corta de pinos o frondosas desde el anuncio de la moratoria.

En el último mes se plantaron 176 hectáreas autorizadas antes de la ley

Aquellos propietarios que tenían autorizadas plantaciones de eucalipto antes de la entrada en vigor de la Lei de Recuperación da Terra Agraria tuvieron un plazo de treinta días para ejecutarlas tras la entrada. Durante ese plazo, que termina justo hoy, un total de 14 expedientes abiertos concluyeron su plantación efectiva en campo. La superficie total ocupada fue de 176 hectáreas repartidas por toda la comunidad, según los datos que maneja Medio Rural.

Más allá de esas plantaciones, totalmente legales, hubo quien al parecer ya desde que la Xunta anunció su intención de poner en marcha este veto realizó cultivos que no cumplían con lo establecido en la Lei de Montes. La norma ya prohibía la plantación de esta especie en terrenos de uso agrario, en parcelas donde hay plantadas frondosas o terrenos de Red Natura. Colectivos como Terra Chá Sostible presentaron varias denuncias al respecto relativas a supuestas plantaciones no legales en Friol, Begonte, A Pontenova o Antas de Ulla.

La excepción

La moratoria que entra en vigor en Galicia, al igual que la que entró en vigor en Portugal en el 2017, recoge una excepción. Solo cuando un propietario repueble con frondosas caducifolias o coníferas una parcela de su propiedad del mismo tamaño con la finca en la que ahora quiere poner eucalipto podrá tocar a la puerta de la Administración para que le autorice el cultivo.