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Medio Rural gestionó este año más de 6.600 incorporaciones a los modelos para gestionar un monte más sostenible

Somos Agro REDACCIÓN

FORESTAL

El director xeral de Planificación Forestal recordó en el Parlamento que los propietarios de parcelas forestales pueden adherirse a esas guías en cualquier momento, mientras que desde el PSdeG dice que la obligatoriedad de asumir esos modelos veta ayudas a los pequeños propietarios

12 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Adherirse a un modelo silvícola orientativo de gestión del monte es una condición indispensable para aquellos propietarios de terreno forestal de 15 o menos hectáreas que quieran realizar aprovechamientos forestales (queda excluido el uso de madera para autoconsumo), optar a ayudas o beneficios fiscales. De ahí que el director xeral de Planificación Forestal, José Luis Chan, recordara en su comparecencia ante la comisión de Agricultura del Parlamento de este jueves que cualquier propietario forestal puede regularizar su situación cuando lo desee, adheriéndose a cualquiera de estos modelos orientativos recogidos en la norma. Desde el grupo socialista entienden que con esa obligatoriedad la Xunta está «vetando» ayudas a los pequeños propietarios al imponerles que pongan en marcha instrumentos de ordenación forestal. 

Pero más allá del debate político, Chan dio el dato de que durante este año se han tramitado un total de 6.633 adhesiones a modelos silvícolas, que afectan a una superficie de más de 5.000 hectáreas. Al mismo tiempo, recordó que la Consellería de Medio Rural ha convocado en este primer trimestre hasta cuatro programas de ayudas para la creación y mejora de superficies forestales, por un importe total de 26,3 millones de euros. 

También recordó que el pasado 26 de febrero, la Xunta publicó una orden donde se establecen 38 modelos silvícolas o de gestión forestal orientativos, donde incorporó un amplio paquete enfocado a la gestión de masas de frondosas autóctonas. 

Además el director xeral de Defensa do Monte, Manuel Rodríguez, explicó que los trabajos de regeneración del monte impulsados por la Xunta con un montante de 445.258 euros tras los fuegos de hace unos meses en Ourense evitaron el arrastre de entre 10 y 12 toneladas de sedimentos por hectárea. En concreto dijo que se dio prioridad a los trabajos en Río Caldo (Lobios) y Sabuguido (Vilariño de Conso), donde el fuego tuvo mayor incidencia.