Más de mil de las 1.200 hectáreas anotadas son de terrenos lucenses
11 ene 2021 . Actualizado a las 09:50 h.La provincia de Lugo figura en cabeza del terreno anotado en el registro de masas consolidadas de frondosas autóctonas. En noviembre del mes pasado se sometieron a información pública los procedimientos de inscripción de diez montes gallegos, ocho de Lugo y dos de Ourense. Todos pertenecen a comunidades de montes. El dominio de Lugo en ese apartado forestal se comprueba también con claridad en la superficie inscrita: más de mil de las 1.200 hectáreas anotadas están en la provincia.
Los montes de Lugo están en los municipios de Baleira (uno), Navia de Suarna (tres), Samos (uno) y Folgoso do Courel (tres). La vegetación es variada de unos a otros, pues hay castaños, robles o encinas, entre otras especies. Por otro lado, en estos momentos se trabaja en otros expedientes, en una fase menos avanzada que aquellos cuya solicitud de inscripción se sometió a información pública. Nueve corresponden a montes de Lugo, y se prevé que los trámites avancen a lo largo de este año, según fuentes de Medio Rural.
El registro se creó por un decreto que se publicó en el «Diario Oficial de Galicia» a principios («DOG») del año pasado. Los dueños de monte que decidan inscribirlo tendrán prioridad en la obtención de ayudas públicas, dado que una de las finalidades del registro es fomentar el aprovechamiento sostenible. Según datos de la Xunta, el terreno dedicado actualmente a frondosas en Galicia se acerca a las 415.000 hectáreas y supone alrededor del 20 % del total forestal de la comunidad.
Más valor
La conservación de especies como el roble o el castaño debe entenderse, según Medio Rural, como una medida de fomento de recursos con valor económico, social y ambiental. Para Antonio Rigueiro, catedrático de la Escola Politécnica Superior del campus de Lugo (USC), la creación del registro y el fomento de la conservación del bosque autóctono no son actualmente decisiones desconectadas de la sociedad.
La percepción del bosque como una riqueza ecológica y social «valórase hoxe máis», subraya el profesor. Por otro lado, los dueños de terrenos inscritos en el registro podrán llegar a tener ventajas e incentivos fiscales para su conservación.