Patrocinado porPatrocinado por

«A la larga, la rentabilidad del castaño es mayor, y sin una excesiva inversión»

Patricia Blanco
patricia blanco CARBALLO / LA VOZ

FORESTAL

BASILIO BELLO

SOMOS AGRO | Pablo Antonio Fraga, ingeniero agrónomo, impartió en Cerceda una concurrida jornada introductoria al cultivo de esta especie

16 dic 2020 . Actualizado a las 11:48 h.

Ingeniero agrónomo, Pablo Antonio Fraga Gontán (Lugo, 1985) impartió en Cerceda una jornada de introducción al cultivo del castaño de fruto. Llegó al municipio a través de la empresa Horta da Lousa, asentada en este concello, que le trasladó el interés por la materia en Cerceda y alrededores. Así, con la colaboración del Concello, se promovió una sesión a la que, en tan solo unos días, se anotaron casi 80 personas, y eso que el aforo, por el covid, estaba limitado a 50. «Sorprendió que eran sobre todo personas de mediana edad, cuando lo más habitual es un público mayor, dado que suele ser el que tiene los terrenos», dice Pablo. La idea era invitar a perder el «miedo» que a veces se le tiene a este cultivo, «quitarse un poco del cliché de que en forestal solo vale pino y eucalipto». Con la normativa legal vigente, explica, el castaño se puede plantar en cualquier tipo de uso de suelo. Fraga trabajó ocho años en la mayor empresa transformadora de castaña pelada y congelada de Galicia, Alibós, que llega a los seis millones de kilos. Dirigió, además, un proyecto de plantación de castaños para producir fruto. Con esa experiencia de campo, hoy está en la Universidade de Santiago (USC) «como técnico investigador para llevar a buen puerto plantaciones de castaño para dar fruto».

-¿Se ha perdido la tradición del castaño en Galicia? ¿Por qué?

-Uno de los mayores problemas fue el abandono del rural. El castaño no es agrícola ni forestal, es una especie agroforestal. Por porte y longevidad podríamos decir que es forestal, pero requiere de unos cuidados que son agrícolas: tiene cierto mantenimiento. De otro lado, digamos que como fue el árbol o el fruto que quitó el hambre, adolece no de desprecio, pero sí quizás de infravaloración. Si a ello le sumamos que en el ámbito forestal existen especies rentables a corto plazo... Porque a largo, la del castaño es superior. Se realiza una única inversión, plantarlo, y hay que cuidarlo, pero todos los años saca cosecha, muy apreciada en los mercados. O muere o lo cortas, pero por sí puede durar cien, doscientos o mil años. Así que, por tanto, veo un tema cultural y, de otro lado, desconocimiento acerca de la gran cantidad de empresas transformadoras que hay en Galicia: Naiciña, en Chantada; Alibós, en Monterroso; Posada y Cuevas, en Ourense, entre otras. Las de Lugo y Ourense pueden llegar a transformar con tranquilidad toda la castaña que se pudiese producir en la comunidad: hablamos actualmente de unas 60.000 hectáreas de castaños, en estas dos provincias y en zonas tradicionales de alta montaña, pero para hacer un aprovechamiento del fruto la zona de costa no tiene problema ni limitación alguna: solo usar patrón híbrido con mayor resistencia a la enfermedad de la tinta y variedades adaptadas a ese clima.

-Hablaba antes de «miedo» a este cultivo. ¿Qué prejuicios hay?

-La gente te cuenta, por ejemplo, que a un vecino se le murieron los castaños por tema de tinta, chancro o, últimamente, la problemática de la avispilla. También hay que darse de cuenta de que una especie forestal muchas veces se planta y se va dentro de 10 o 12 años a cortarlo, nada más. Eso no lo puedes hacer con un frutal como el manzano o con un castaño para fruto, que requiere ir revisando su desarrollo. El tema tinta precisa asesoramiento técnico en la plantación; el chancro es algo cultural, de tener cuidado en las podas para que no se contagie de un árbol a otro; y el tema de la avispilla es una plaga que tiene esta especie, igual que otras tienen otras, pero actualmente la Xunta está luchando contra su dispersión Si plantamos a 10x10 nos vamos a cien plantas por hectárea, pero con otro sistema de plantación más vasto podemos irnos a mil o mil y pico. No es lo mismo el mantenimiento, es un cambio de concepto. Con 10x10, no obstante, puedes hacer otros aprovechamientos por medio: cereal, ganado, ensilado... Algo que con un tema forestal puro y duro no es una alternativa viable.

-El castaño es una oportunidad.

-Real y viable. Hablando en toneladas de madera puede resultar goloso que en 8 o 10 años tengas una cantidad de euros por hectárea, pero hay que pensar que plantas, tienes un coste inicial, recoges en diez años, pero tienes que esperar otros tantos para cortar. Con el castaño, como con los nogales o los manzanos, plantas, esperas dos, tres o cinco años para empezar a cosechar, pero a partir de ahí cosechas todos los años. Puedes tener un bajón, pero no un parón en la producción. El pleno apogeo del castaño, de hecho, está en los 25, aproximadamente, pero da castañas anualmente durante toda su vida.

-Se convenció el auditorio?

-[Ríe]. Más que convencer, quiero mostrar que es algo viable e interesante para el rural gallego. El kiwi, el arándano o la viña requiere condicionantes edafoclimáticos, más conocimiento e inversión, pero el castaño es plantarlo, algo de riego en los primeros años, podarlos y recoger la castaña. No requiere excesiva tecnificación ni inversión, aunque sí cuidados anuales.