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Greenalia apura las pruebas para que su planta de biomasa de Curtis esté a pleno rendimiento en semanas

Somos Agro REDACCIÓN

FORESTAL

cedida

Unos ochenta camiones entran cada día en la instalación para llevar restos de cortas procedentes de bosques certificados de un radio de 100 kilómetros

30 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Medio millón de toneladas de biomasa forestal certificada. Esa es la capacidad de tratamiento que espera alcanzar anualmente la planta de biomasa  de Greenalia instalada en Teixeiro cuando está a pleno redimiento en unas semanas. Porque aunque está operativa desde marzo, las restricciones derivadas del estado de alarma provocado por el coronavirus covid-19 ralentizaron la realización de las correspondientes pruebas de eficiencia. Superados esos obstáculos ahora, como avanzaron desde la compañía, está en la fase final de pruebas, conectada a la red. De ahí que podría estar operativa a plena capacidad en unas semanas.  

La planta, levantada en un terreno de 103.000 metros cuadrados y que cuenta con una capacidad de 50 megawatios, tendría capacidad para tratar la cuarta parte de la biomasa generada cada año en Galicia. Son unas 500.000 toneladas de restos que hasta ahora acaban dejándose en el monte. Las cuentas son claras porque, en base a datos del 2019, los 10.000.000 de metros cúbicos de madera que cada año salen de los montes de la comunidad generan cerca de dos millones de restos.

El tratamiento de la biomasa para producir energía, además de revalorizar esos restos contribuyendo a la economía circular, favorece la limpieza del monte. Esa es una de las grandes ventajas que ofrece.

Desde Greenalia apunta que para la planta, en la que se han invertido 135 millones de euros en su construcción y puesta en marcha, se ha empleado la tecnología de refrigeración seca, lo que supone que tiene un consumo de agua muy bajo. Se trata de un sistema que implica mayores costes de inversión inicial, pero gracias al cual se precisa muy poca agua durante todo el procedimiento, reduciendo un 90% el consumo potencial.

La biomasa procede de restos de cortas forestales de bosques certificados situados en un radio de 100 kilómetros y entra en el recinto en forma de pacas que son transportadas a la instalación por una media de 80 camiones diarios. Estas pacas son elaboradas por las 70 personas contratadas por Greenalia para la limpieza de montes. De este modo el dueño del terreno ahorra el coste de triturar los restos que quedan en el monte, lo que supone en torno a los tres euros por tonelada.