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Medio Rural ayudará a comercializar la producción de proyectos agroganaderos creados para proteger aldeas del fuego

somos agro REDACCIÓN

FORESTAL

Imagen de una plantación de maíz
Imagen de una plantación de maíz ANA GARCIA

José González anima a los vecinos de San Xoán Bautista, una de las 68 parroquias priorizadas por la Xunta por su riesgo de incendio, a suscribir con Seaga contratos de gestión da biomasa por un precio de 35 euros anuales cada mil metros cuadrados

11 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Van limpar a maleza ou tamén van deitar ás árbores?» La pregunta afloró de entre la treintena de vecinos de la parroquia de San Xoán Bautista de Carballo reunidos en el auditorio del edificio Fórum de ese municipio. E iba lanzada al conselleiro de Medio Rural, José González, quien se acercó hasta Carballo para desgranar, junto al alcalde nacionalista de la localidad, Evencio Ferrero, los detalles del convenio suscrito entre la Xunta y la Fegamp para el establecimiento de un modelo público de gestión de la biomasa en las franjas secundarias de las 68 parroquias distribuidas en 34 concellos diferentes, que este año fueron priorizadas por la Xunta debido al elevado número de incendios próximos a poblaciones que se produjeron en ellas a lo largo de los últimos años. Porque la ley obliga a los propietarios a mantener limpia la franja de seguridad de cincuenta metros en torno a las viviendas. El concello es el encargado de controlar que eso se cumpla y la Xunta colabora por medio de ese acuerdo facilitando a los propietarios cumplir con la norma. ¿Cómo? Ofreciéndoles precios de desbroce más competitivos que los del mercado. 

José González felicita a una vecina de San Xoán que apoya la limpieza de fincas como medio de frenar el fuego
José González felicita a una vecina de San Xoán que apoya la limpieza de fincas como medio de frenar el fuego ANA GARCIA

Tras la pregunta, vino la respuesta del conselleiro: «Claro, a través do Seaga nos encargámosnos de limpar todo na franxa de cincuenta metros en torno ás casas durante un período de catro anos. O prezo é de 35 euros por cada mil metros ou, o que é o mesmo 350 por hectárea cada ano». Pero para poder intervenir, los propietarios han de suscribir un contrato con el Seaga. «Estamos preparados para traballar, pero os veciños teñen que suscribir estes contratos», apuntó González. Esa es su preocupación, que la gente se sume y suscriba los documentos para poder entrar en las parcelas para limpiar.

Luego, entre algún que otro silencio, vinieron más preguntas: «Nós temos fincas nesta parroquia, pero tamén temos noutra». Ahí González no dudó en continuar animando a la gente a poner en valor su entorno y, de paso, prevenir incendios. Porque la tarifa de 35 euros por cada mil metros cuadrados también la aplicarán en los casos de propietarios de terreno ubicado en las franjas de seguridad de aldeas que, aunque no estando dentro de las parroquias prioritarias, estén en concellos adheridos al convenio con la Fegamp. Pero sus dueños han de comprometerse a poner en marcha, durante al menos cinco años, una actividad agropecuaria que evite el tener que desbrozar cada año. La idea es, en definitiva, poner en valor el entorno. Y pueden hacerlo ellos mismos o por medio del arrendamiento a terceros.  

 «Hai zonas de Galicia _calculó el conselleiro_ nas que os prezos do arrendamento están deixando máis que plantandoas». De esa forma se convertirán en «aldeas modelo» que arrastren a otros a seguir sus pasos.

No solo eso. José González se comprometió a que la consellería «botará unha man» a la hora e comercializar la producción derivada de esas actividades agroganaderas desarrolladas en las franjas de seguridad para proteger a las aldeas del fuego. ¿Cómo? «Pois, por exemplo, os que planten maceiras nunha parroquia, tratando de mediar cunha empresa para garantir a recollida da froita», explicó.

La cuestión es echar la vista atrás para hacer del pasado, futuro. Colaborar para, entre todos, poner coto a las llamas. Animar a los vecinos a suscribir contratos con el Seaga para aprovechar el precio de desbroce de 35 euros por cada mil metros que les ofrece la administración autonómica para cumplir con una obligación, la de mantener limpias las franjas de seguridad de cincuenta metros en torno a las viviendas, y de ese modo poder iniciar cuanto antes los trabajos de limpieza dado que el tiempo apremia.

Ese fue el mensaje que ayer trasladó en Carballo el conselleiro de Medio Rural, José González, a los vecinos de San Xoán Bautista y que extiende a los de las 68 parroquias con prioridad por riesgo de incendio. Actualmente son ya 200 los municipios que han solicitado adherirse a un plan al que Medio Rural dedicará 28,7 millones de euros durante todo el período.

Aunque este es un camino de largo recorrido, no hubo más que ver como ayer en Carballo algunos propietarios están dispuestos a echar a andar. «A min convenceume _comentó una vecina de Baldaio al conselleiro_ porque como non limpes tamén che ven o cocho (por el jabalí)».

Pero la fórmula de la que echa mano no es nueva. Basta echar la vista atrás para ver cómo era la variedad de actividades agroganaderas la que mantenía, no solo la economía familiar, también prevenía el fuego y fijaba población en las aldeas gallegas.

El encuentro de Carballo, al igual que el de hace unos días en Boborás, o los que pronto tendrán lugar en otras parroquias priorizadas de las provincias de Lugo y Pontevedra busca animar a los vecinos a proteger sus núcleos de población contra el fuego y a sumarse al convenio para la gestión de la biomasa. Ese es el primer paso.

¿Qué pasará a los que no limpien?, como preguntó un vecino de Carballo. Que llegará un apercibimiento del concello para que lo hagan. Las fincas que continúen sin desbrozar, las limpiará el concello que, a su vez, enviará la factura al propietario. El precio, en ese caso, lo marcará el mercado.