La Diputación de Pontevedra apoya con 800.000 euros la creación de cuarto nuevos espacios, además de realizar nuevas actuaciones en otros 23 que ya están abiertos
04 jun 2019 . Actualizado a las 13:45 h.Un total de 27 parques forestales para recuperar el monte en 22 ayuntamientos de la provincia de Pontevedra. Ese es el destino de los 800.000 euros en ayudas que repartirá la Diputación pontevedresa para acondicionar áreas donde fomentar el amor por el bosque. Cuatro de estas subvenciones darán un empujón a cuatro nuevos proyectos, mientras que el resto son para llevar a cabo acciones concretas en parques que están ya planificados o abiertos, como detalló el organismo provincial en un comunicado.
Los nuevos parques estarán en Santa María, en Caldas de Reis; en el Monte Castro de Negros, en Redondela; en el Monte Castelo, en Salvaterra do Mino, y en el parque de Soutomaior, en el concello del mismo nombre. También tendrán subvención actuaciones en los concellos de Barro, para o parque de Monte dos Casás; A Lama, para o parque forestal As Ermidas; Poio, para o parque de Combarro-Samieira; o Ponte Caldelas para o parque homónimo. En la comarca de O Morrazo recibirán ayudas los concellos de Bueu para obras en el parque de Cabo Udra; Cangas, para Varalonga-Vilariño; Marín para Lagocheiras, Vilaboa para el parque de Cotorredondo.
En el Condado-Paradanta las ayudas son para Arbo, en concreto para los parques Bouza de Miguel y Serra de San Fins; para Covelo, con el parque Val de Tielas; Mondariz, para los parques de Muíños do río Xabriña-Regueiro do Brete, Viveiro da Franqueira y Gargamala; As Neves, para la parte parte correspondiente al parque de San Fins; Ponteareas, para Seixiforna-Viveiro, además de Picaraña . Otros concellos que reciben ayudas son Catoira; A Guarda para Facho Chans e A Sangriña-Bouzas; Nigrán para el parque Río Táboas; Oia, para o parque da Serra da Grova y costa de Oia; y Fornelos de Montes para el parque de Freaza.
No solo se trata de conservar los bosques, también quieren destacar los valores culturales y naturales de los montes, las formaciones arbóreas como los soutos, las fragas o las carballeiras, preservar especies con valor ecológico, conservar el patrimonio histórico que pudieran hallarse en esos lugares, adoptar medidas contra el fuego, apoyar la diversificación de usos del monte (desde la recogida de setas al silvopastoreo) o la realización de rutas por parte de la ciudadanía.