Enric Vidal, investigador en salud animal: «Los brotes de dermatosis nodular contagiosa son más frecuentes tras grandes lluvias»
AGRICULTURA
El experto es miembro del Comité Científico en Dermatosis Nodular Contagiosa
31 oct 2025 . Actualizado a las 17:57 h.La reciente expansión de la dermatosis nodular contagiosa (DNC) en Cataluña y las medidas de contención adoptadas en Galicia han encendido las alertas en el sector ganadero. Aunque esta enfermedad vírica afecta exclusivamente al ganado bovino y no representa un riesgo para la salud humana, su rápida difusión y las pérdidas económicas que está provocando en la zona de Gerona han puesto el foco en este reto sanitario de primer orden. Para entender mejor su origen, su impacto y las estrategias de prevención más eficaces, conversamos con Enric Vidal, investigador del programa de Sanidad Animal del IRTA-CReSA y miembro del Comité Científico en Dermatosis Nodular Contagiosa, que analiza el escenario actual y las claves para proteger al ganado bovino de la exposición a este virus que no tiene cura a día de hoy.
—¿Qué es exactamente la dermatosis nodular contagiosa?
—La dermatosis nodular contagiosa es una enfermedad vírica que solamente afecta a bovinos y a búfalos. Es provocada por un virus que pertenece al género Capripox. Ninguna otra especie de animales de las que tenemos en nuestro entorno se puede ver afectada. En África, donde esta enfermedad es endémica, sí que se describen casos en especies de gacelas o de jirafas, pero en España solo impacta a bovinos y, lo que es muy importante resaltar, no afecta a las personas.
—¿Qué síntomas provoca este virus?
—Inicialmente, una fiebre. Puede haber salivación, secreciones nasales o conjuntivales, así como pérdida de apetito, pérdida de peso o pérdida de producción de la leche. Pero el signo clínico más característico es la aparición de múltiples nódulos cutáneos, de manera generalizada. Estos son los que dan el nombre a la enfermedad. Son nódulos que van evolucionando, pueden ulcerarse y provocan una alteración importante del bienestar del animal. Hay dolor, se pueden sobreinfectar y puede aparecer miasis cutánea, una infestación parasitaria causada por larvas de insectos que se alimentan de tejido vivo de animales.
—¿Cómo se transmite el virus?
—La transmisión de esta enfermedad se produce principalmente a través de insectos hematófagos, como moscas, tábanos o garrapatas, que de forma mecánica pueden transportar el virus de un animal a otro, es decir, que actúan como vectores. También hay otras vías. El contacto directo es menos eficiente, pero puede producir la transmisión. Luego, entre granjas, el traslado de animales vivos o de objetos inanimados que puedan contenerlo, como las botas de una persona que visita dos granjas o maquinaria que se utiliza en más de un establecimiento, pueden facilitar la transmisión también.
—¿Existe algún riesgo para la salud humana, ya sea por contacto directo con los animales o por el consumo de carne o leche procedente de animales infectados?
—No, ninguno. En este sentido, podemos estar muy tranquilos. El virus es específico del ganado bovino, con lo cual, a las personas no nos afecta ni por contacto con el ganado ni tampoco, si llegado el caso, una persona pudiera consumir algún producto, como leche o carne procedentes de un animal infeccioso. De todos modos, hay que recordar que cuando se detecta un brote de este virus, esos productos animales no llegan a consumo humano. Pero, incluso si llegasen, no pasaría nada.
—¿Qué impacto tiene esta enfermedad en las explotaciones ganaderas?
—El impacto de esta enfermedad es una consecuencia directa de la normativa que hay al respecto. Esta enfermedad es de categoría A, esto significa que forma parte de una lista de 14 enfermedades que, por su gravedad, y por el hecho de que no las tenemos presentes en nuestro territorio, la normativa establece que hay que erradicarlas. Como consecuencia de esto, cuando se diagnostica en un rebaño hay que hacer el vaciado sanitario, lo que implica sacrificar a todos los animales para eliminar la fuente de infección y evitar así que se pueda contagiar a otras granjas. A este nivel, la repercusión es muy grave, porque estás eliminando todos los animales de una explotación.
—¿Cómo se está actuando en las zonas afectadas, en Gerona, para erradicar y prevenir esta enfermedad?
—Primero se realizan los vacíos sanitarios en aquellas explotaciones con enfermedad confirmada y, adicionalmente, se han establecido unos radios de restricción alrededor de estos brotes en los que se prohíbe el movimiento de animales. El objetivo es evitar que si hay más casos alrededor de estas primeras confirmaciones se pueda transportar el virus a otras áreas. Y además, está la vacunación. Por la experiencia de otros países que han tenido esta enfermedad y la han erradicado, la vacunación es una medida muy importante que permitirá esta eliminación del virus. Sin ella, probablemente no sería suficiente con el vacío sanitario. La vacunación funciona, tenemos vacunas que protegen a los animales y permiten crear este cinturón alrededor de los brotes para evitar la dispersión de la enfermedad.
—En muchas zonas se recomienda también la desinsección. ¿Es útil para eliminar el patógeno?
—Como comentábamos, la transmisión de esta enfermedad en gran medida es causada por los insectos hematófagos. Estas moscas, estos tábanos, incluso garrapatas o mosquitos. Desinsectar las explotaciones puede ayudar a reducir esta transmisión. De la misma manera, cuando se realizan estos vacíos sanitarios, el transporte de cadáveres tiene que ser también muy bien desinfectado para evitar la dispersión.
—¿Estamos hablando de un virus que se propaga a alta velocidad?
—Depende de la situación. En África, los brotes más importantes se describen frecuentemente después de fuertes lluvias. Cuando pueden proliferar más estos vectores, estos insectos, hay más contagios. En función de la cantidad de vectores que haya, se dará mayor transmisión o no. Pero la enfermedad dentro de un rebaño no se transmite de una forma muy rápida. En condiciones normales, aproximadamente, un animal contagiará a otro animal. Es más importante el rol de los vectores. Por las condiciones de temperatura, por ejemplo, en invierno la actividad de vectores baja, por lo tanto, la transmisión es más lenta. En verano, que hay más insectos, será más rápida.
—¿Qué mensaje daría a la población acerca de esta enfermedad?
—De cara a la población general y en cuanto al consumo de productos bovinos, no debemos tener ninguna preocupación. Es una enfermedad exclusiva de bovinos. El mensaje para las poblaciones afectadas, es decir, los ganaderos y los veterinarios que trabajan con bovino, es, en primer lugar, ánimos, porque es una situación grave y muy dramática para aquellos que tienen que hacer el vacío, pero sobre todo también, les diría que se mantengan alerta. Cuando se detectan animales con estas lesiones en la piel es muy importante declarar el caso porque si no se hace, será imposible poder controlar el avance de la enfermedad.
