Fitosanitarios alternativos, otro reto para Bruselas: «Hemos probado todas las alternativas al cobre en agricultura ecológica, pero ninguna funciona igual»
AGRICULTURA

Bart Van der Straeten, productor de fruta orgánica en la región belga de Flandes Oriental, habla del desafío que supone la búsqueda de productos capaces de mantener a raya las plagas, un problema común a toda la UE
12 may 2025 . Actualizado a las 10:23 h.Hace diez años Bart y Roselien Van der Straeten decidieron compatibilizar sus trabajos con un hobby: el cultivo de manzanas y peras orgánicas en un pequeño trozo de tierra heredado de uno de los abuelos de Bart en el municipio de Lebbeke, en la región belga de Flandes Oriental. Estos dos ingenieros agrícolas nunca pensaron en poder juntar el terreno suficiente para vivir únicamente del cultivo de frutas, pero una década después lo lograron. «Tuvimos suerte _cuenta Bart durante la vista a su explotación organizada por la dirección general de Agricultura de la Comisión Europea_ porque logramos alquilar tierras a un agricultor vecino». Ahora disponen de un total de 28 hectáreas. Media docena dedicada al cultivo de peras; 16 al de manzanas; y también disponen de seis hectáreas más para manzanos jóvenes.
Los abuelos de Bart habían tenido una granja en la que compatibilizaban el ganado vacuno con la plantación de patatas, chicoria...., pero al igual que ocurrió en muchas familias gallegas sus padres perdieron esa unión con la tierra que ahora Burt ha recuperado. Porque desde el 2021 él se dedica a la explotación a tiempo completo. Y además de cultivar su propia fruta, una parte la comercializa directamente en su entorno cercano. El resto lo lleva a una cooperativa local. Y también algunas manzanas son transformadas en zumo por un productor local.
Sacar adelante la explotación no es fácil. Entre otras cosas porque, como ocurre también en España, los cambios regulatorios en asuntos como el uso de productos fitosanitarios en la agricultura ecológica no ayudan a mantener la calidad de las cosechas en un contexto de cambio climático que hace que un año pueda ser totalmente diferente al anterior. «En un año quedará prohibido el uso de productos de cobre en cultivos orgánicos. Hemos probado todas las alternativas a estos productos, pero ninguna funciona. Sobre todo no lo hace en las peras. En manzanas estamos buscando variedades alternativas que aguanten mejor los cambios. Es la razón por la que puede que cambiemos al cultivo convencional porque no hemos hallado ningún producto alternativo que garantice los estándares de fruta que demanda el mercado», explica. En el 2018 la UE aprobó una prórroga de siete años para el uso, con limitaciones, de productos fitosanitarios elaborados con cobre en las explotaciones orgánicas. El plazo para su utilización terminaba el 31 de enero del 2019.
El problema no es ajeno a muchos otros agricultores de la UE. De ahí que el marco regulatorio relativo al uso de fitosanitaros haya dado el salto a la lista de prioridades de los encargados de diseñar la política agrícola. Porque también está directamente relacionado con lograr una mayor rentabilidad y, como consecuencia, un factor en el que sostener el tan necesario relevo generacional en el campo de toda la UE. De hecho, el ministro de Agricultura español, Luis Planas, se refirió a este reto durante su intervención el jueves en la conferencia sobre el futuro de la agricultura y la alimentación organizada por la Comisión Europea. Ahí dijo que uno de los retos es la autorización de productos sustitutivos en el ámbito fitosanitario para responder a los nuevos problemas de plagas o enfermedades que están vinculados al cambio climático.