Galicia busca en sus bancos de germoplasma las mejores semillas autóctonas de maíz
AGRICULTURA
Odea, Mabegondo, la Misión Biológica, Sementares y Da Cunha participan en un proyecto de investigación que quiere mejorar el rendimiento de esos cultivos y transferir al sector nuevas variedades para la alimentación humana y animal
25 oct 2024 . Actualizado a las 10:18 h.Galicia, a pesar de ser una de las grandes productoras de maíz de España, es deficitaria en este cereal. «Importamos todos os anos máis de tres millóns de toneladas a través dos portos galegos», asegura Jacobo Feijoo, director técnico de Odega, asociación dedicada al desarrollo rural en A Coruña y una de las participantes en el nuevo proyecto de investigación que se pone en marcha para tratar de encontrar en las variedades autóctonas de este cereal, que se conservan tanto en el Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo (CIAM) como en la Misión Biológica de Galicia, dependiente del CISC, nuevas semillas para estudiarlas y transferirlas al sector. Con ello se espera mejorar el rendimiento de estos cultivos y su calidad.
Las variedades de maíz que se cultivan actualmente en Galicia tienen una diversidad genética muy estrecha, lo que puede ser un problema porque no son resilientes frente a los problemas que puede generar, por ejemplo, el cambio climático. Sin embargo, en los centros de investigación se conservan semillas de variedades autóctonas que pueden tener mucho interés para el sector. «Precisamos producir máis millo e iso pode facerse aumentando a base territorial ou aumentando o rendemento das variedades. Este é un proxecto que nos vai axudar a producir máis con menos», añadió Feijoo.
«Podemos producir más y no lo hacemos», añadió Rosa Ana Malvar, jefa del grupo Genética y Mejora de Maíz de la Misión Biológica de Galicia, otra de las entidades implicadas en este proyecto. Asegura que las semillas que se están utilizando no están adaptadas a las condiciones de clima y suelo de la comunidad. En su banco de germoplasma «tenemos variedades que están mucho mejor adaptadas al medio y que nos ofrecen margen para reaccionar frente al cambio climático y con esto intentamos que lleguen al sector», afirmó. Este centro se encargará de estudiar las variedades de maíz destinadas a la alimentación humana.
«El maíz es un cereal mucho mejor que el trigo, porque no tiene gluten y el grano se produce para harina integral», añadió el investigador Pedro Revilla, también del CSIC. Asegura que el pan tradicional de Galicia, el de maíz, que ahora está en decadencia «tiene un gran equilibrio nutritivo y, si además le introducimos maíz negro, tiene hasta antioxidantes». También argumenta que las variedades tradicionales de maíz gallegas son de mucha calidad, pero que tienen un rendimiento más bajo. «En este proyecto trabajaremos para mejorar esos rendimientos y que sean más competitivas», concluyó.
Maiz forrajero
En el CIAM, en cambio, se ocuparán de las variedades de este cereal que se utilizan para la alimentación animal, que también conservan en su banco de germoplasma. «Nosotros tenemos muchas líneas puras de estas variedades que están mucho mejor adaptadas a nuestro medioambiente, porque tienen ciclos más cortos y pueden ayudar a evitar pérdidas como las que causaron los últimos temporales», explicó Laura Campos, directora del departamento de Pastos y Cultivos de este centro. Esas variedades son menos productivas, «pero podemos hacer híbridos y sacarlos al mercado», cuenta. Porque de eso va este proyecto, insiste, de poner a disposición de los agricultores y ganaderos gallegos nuevas semillas de maíz autóctonas que les ayuden a mejorar el rendimiento de sus cultivos y a obtener un producto de más calidad.
La parte comercial
Dos empresas participan también en esta investigación, con el objetivo de que los resultados que se obtengan puedan llegar a los agricultores y ganaderos. La primera es Sementares, dedicada a la producción de semillas autóctonas de Galicia. En esta firma ya están trabajando con el maíz negro, una de las variedades que ha recuperado el CSIC. «Sacamos al mercado semillas certificadas y nuestra experiencia con el maíz negro ha sido muy buena. Lo estamos ya produciendo en Narón en colaboración con un agricultor profesional», relató Fernando Almeida, responsable de esta firma. La última pata del proyecto es la panadería Da Cunha, que utilizará estas nuevas variedades de maíz en la elaboración de sus productos.
En el proyecto colaboran también la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal) y la IXP Pan Galego. «Con este proxecto queremos chegar ao final, que o que se investigue chegue ao agricultor galego e que este poida coñecer e utilizar esas novas variedades de millo», añadió Feijoo. En este sentido, Manuel Luaces, jefe del área de Formación del Agacal, puso en valor el papel de los grupos de investigación, como el que se ocupará de este proyecto, porque permite reunir con un mismo objetivo a centros de investigación, al sector y a las empresas interesadas para obtener resultados que luego sean transferidos.