Dictamen del Tribunal de Cuentas europeo: los 12.000 millones de euros que ha invertido la PAC desde el 2014 para agricultura ecológica no dan frutos adecuados
AGRICULTURA
Un dictamen de esta entidad dice que el objetivo de que el 25 % de las tierras se cultiven ecológicamente parece inalcanzable
25 sep 2024 . Actualizado a las 10:49 h.Los millones de euros que la política agraria común (PAC) ha dedicado, dedica y prevé dedicar a la agricultura ecológica parecen no obtener los frutos deseados. Porque como advierte el miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable de la auditoría sobre el respaldo de la UE a este tipo de agricultura, Keit Pentus-Rosimannus, «no basta con centrarse solo en aumentar la superficie cultivada ecológicamente, sino que hay que apoyar más al sector en su conjunto desarrollando el mercado e impulsando la producción. De lo contrario, corremos el riesgo de crear un modelo desequilibrado que dependa totalmente de los fondos de la UE, en vez de un sector dinámico impulsado por consumidores informados».
Las cifras recogidas en el informe dicen que durante el período 2014-2022, los agricultores de Europa recibieron alrededor de 12.000 millones de euros de ayudas de la política agrícola común (PAC) para convertirse a la agricultura ecológica o para mantener prácticas de agricultura ecológica. Está previsto que se inviertan además otros cerca de 15.000 millones de euros hasta el 2027. Sin embargo, la adopción de la agricultura ecológica varía significativamente entre Estados miembros. Basta con ver como el porcentaje de superficie agraria útil dedicado a este tipo de práticas oscila entre menos del 5 % de la superficie agrícola en los Países Bajos, Polonia, Bulgaria, Irlanda y Malta, a más del 25 % en Austria. En España es del 10,8%.
En base a estos datos los auditores cuestionan la estrategia llevada a cabo por la UE para fomentar el cambio a un tipo de agricultura que Bruselas entiende como fundamental dentro de su estrategia De la Granja a la Mesa. Dicen que «no tiene objetivos adecuados y cuantificables para el sector ecológico, ni forma alguna de medir los avances». Por no hablar de que acusan la falta de visión estratégica más allá del 2030, «que proporcionaría la estabilidad y perspectiva a largo plazo que necesitaría el sector para prosperar». De hecho, dudan de que la UE pueda cumplir el objetivo de que la UE tenga el 25 % de su superfiie agraria útil dedicado a la agricultura ecológica de aquí al 2030. «Para reconducir esta situación, habría que duplicar la adopción de prácticas de agricultura ecológica», dicen.
Lo que han visto los auditores, según el Tribunal de Cuentas, es que las ayudas de la PAC pueden pasar por alto los objetivos medioambientales y de mercado. El ejemplo es que los agricultores pueden obtener dinero de Bruselas, «aunque no apliquen la rotación de cultivos o las normas de bienestar animal, que son principios básicos de la agricultura ecológica». No solo eso, porque los auditores han registrado también que una práctica jurídica común es obtener autorización para usar semillas no ecológicas cuando se plantan cultivos en ecológico. Y señalan que, actualmente, no hay forma alguna de medir cómo se han materializado los supuestos beneficios medioambientales de la agricultura ecológica. Además señalan que actualmente «no hay forma alguna de medir cómo se han materializado los supuestos beneficios medioambientales de la agricultura ecológica».
Además, dicen que la ayuda procedente de la PAC estaba destinada a compensar a los agricultores por los costes adicionales y las pérdidas de ingresos derivados de pasarse de la agricultura convencional a la ecológica, pero estos agricultores «no estaban obligados a producir ningún producto ecológico para recibir dinero de la UE, de modo que la producción ecológica sigue siendo un mercado muy reducido que representa menos del 4 % del mercado alimentario total de la UE».