La vendimia se apoderó de las calles de Leiro con un desfile con el doble de carrozas

LA VOZ OURENSE

AGRICULTURA

Los vecinos recrearon 18 originales escenas que exaltan su vino: «Volvimos de Madrid para verlo porque nos encanta»

25 ago 2024 . Actualizado a las 21:40 h.

A unas semanas de empezar la vendimia, los vecinos de Leiro, que llevan la viticultura en la sangre, dejaron las viñas para teatralizar su trabajo. La Festa da Vendimia llenó más que nunca las calles de la localidad ourensana con 18 carrozas, el doble que el año pasado. Tabernas, furanchos, bodegas o escenas de los diferentes procesos de la producción de vino se mostraron ante cientos de curiosos. «Tenemos raíces aquí aunque vivimos en Madrid pero el año pasado vinimos al desfile y nos gustó tanto que volvimos», contaba una de las asistentes.

La tradicional Festa da Vendimia celebró este domingo su 33 edición. El sábado ya arrancó la cita con la muestra de vinos de Leiro, en la que participaron 14 bodegas. El día grande lo abrió el pregón de la conselleira de Medio Rural, María José Gómez. La representante autonómica destacó el trabajo de los seiscientos viticultores y las cien bodegas que conforman la Denominación de Orixe Ribeiro. Definió el vino ourensano como un «producto de referencia» para la gastronomía gallega. El alcalde de Leiro, Francisco José Fernández, fue el encargado de entregar el pin de oro a Gómez. Después del acto institucional, empezó el desfile de creatividad y retranca de las carrozas. «Este ano hai moita participación, animámonos cada vez máis veciños», contó uno de los participantes.

La antesala fue la concentración de coches clásicos. Un total de 72 antiguos vehículos recorrieron entre pitidos y aplausos la calle principal de Leiro. Después, fue el turno de los tractores que cargaban las 18 carrozas. La edición anterior habían sido solo siete. «Xuntámonos amigos e familiares e cada ano facemos unha temática diferente», explicaron. Una de las ideas que más se repitió fueron los furanchos. Cuando en las casas de los colleiteiros sobraba vino, invitaban a los vecinos para disfrutarlo juntos. Para transportar a los asistentes a las antiguas tabernas, cada grupo del desfile recreaba una escena delante del jurado. El trabajo detrás de las carrozas nota porque cuentan con todos los detalles: herramientas tradicionales, utensilios y decoración fácilmente recuerdan a los años de trabajo de las generaciones más veteranas de viticultores. Incluyendo la partida de cartas en la taberna. Aunque el vino es la estrella de los bares y las fiestas, en Leiro saben bien el proceso de producción que hay detrás. Por eso, los participantes también representaron el prensado o el tradicional pisado de la uva. Además, tampoco dejaron de lado los cambios que ha vivido el sector vinícola. Hubo carrozas que mostraron las nuevas formas de producción, con la maquinaria actual. También estuvieron presentes los augardenteiros.

Los actores fueron vecinos de Leiro así como de otros concellos de la comarca y hubo sitio para todas las edades. De hecho, el jurado premiaba dos categorías: de adultos e infantiles. Los precios eran de 600, 750 y 1.00 euros para tres mejores de los mayores y de 200, 300 y 400 euros para los ganadores de los pequeños. Por participar se llevaban 400 euros. Aunque las carrozas fueron el doble que el año pasado, hubo grupos que presentaron varias diferentes. Así la tradición vinícola tiene asegurado su arraigo entre las nuevas generaciones.

La Festa da Vendimia sufrió cambios este año. El recorrido del desfile se hizo en el sentido contrario al habitual. Además, en algunos comercios de la localidad se veían carteles de queja por el cierre del puente Esperela. Comerciantes llevan semanas quejándose de las obras en plena época estival.