La lluvia amenaza con dejar a barbecho cientos de hectáreas de terrenos agrarios

Xoán Ramón Alvite Alvite
Xoán ramón alvite MAZARICOS / LA VOZ

AGRICULTURA

Grada rotatoria
Grada rotatoria Alvite

La situación en la que se encuentran muchas fincas impide el acceso de maquinaria para sembrar el maíz

20 may 2024 . Actualizado a las 10:15 h.

O el tiempo cambia pronto o numerosos agricultores de la comarca se meterán en serios problemas por el retraso que ya empiezan a acumular sus cosechas. De hecho, muchos no descartan incluso que algunas de sus fincas, varios cientos de hectáreas en el conjunto de Barbanza, puedan quedar este año sin sembrar debido a la imposibilidad de acceder a su interior con los aperos necesarios para labrar la tierra.

«Foi moita a auga que caeu. Ben é certo que moitas fincas tiveron tempo de secar e puidemos traballalas, pero noutras, principalmente nas que son mais molladas, foi imposible entrar co tractor», apunta un ganadero de la parroquia mazaricana de Maroñas. Explica que más de una veintena de las 70 hectáreas de terreno que tiene pensado dedicar al cultivo del maíz durante esta campaña están pendientes de labrar. «Xa non é so que deixe de chover, senón que teñen que vir días de sol e vento do norte para que poidan secar ben».

Que estas circunstancias no se den pronto puede condicionar enormemente la siembra del maíz y provocar grandes pérdidas a las ganaderías de la zona, tanto si no ha podido sembrarse como si se hace fuera de las épocas normales pues repercute directamente en la cantidad de forraje que se recoja a comienzos del otoño.

Las consecuencias

«O millo ten que ir no seu tempo porque do contrario a planta non se desenvolve como debería, é mais fácil que lle afecten as pragas e a produción final é máis reducida. Durante os últimos anos, o normal foi sementar entre o 15 de abril e o 15 de maio, algo que este ano xa é imposible de cumprir», explican desde Ganaderos de Mazaricos, una entidad que aglutina a casi dos centenares de granjas barbanzanas y de áreas limítrofes. El colectivo espera que llegue el buen tiempo.

El cultivo del maíz es especialmente importante en municipios como Mazaricos, Outes o Lousame, donde el silo de este forraje es la base sobre la que se sustenta la alimentación de las vacas lecheras la mayor parte del año.

Un animal con una producción media puede ingerir más de cuarenta kilos diarios de esta gramínea, combinada con silo de hierba y pienso. Debido a los altos precios de los concentrados de cereales, la superficie destinada a este forraje ha aumentado hasta superar por primera vez las cuatro mil hectáreas.

Las previsiones pesimistas de la actual campaña maicera chocan con los resultados de la pasada, con rendimientos históricos.

Siembra
Siembra Alvite

Un proceso laborioso que empieza con el arado del terreno

Cultivar maíz resulta un proceso laborioso que comienza con el arado del terreno mediante aperos de gran tamaño que permiten realizar cinco o seis surcos de forma simultánea. Una vez volteada la tierra se aplican purín y estiércol o, en su defecto, abonos químicos a base de nitrógeno, fósforo y potasio. Nutrientes que se incorporan a la tierra mediante modernas fertilizadoras guiadas por satélite que, aprovechando los mapas de cultivo, evitan solapes permitiendo además importantes ahorros de material y una mayor protección medioambiental.

Posteriormente se entierra el producto con el paso de una grada rotativa que deja el terreno nivelado y ya preparado para la siembra, tarea que se lleva a cabo con una maquina con capacidad para depositar ocho líneas de grano de forma simultánea —se reparten alrededor de 95.000 semillas por hectárea— y que también cuenta con un sistema GPS que permite reconocer el terreno e incluso trabajar en condiciones de baja visibilidad.

Una tecnología de última generación cada vez más extendida por el campo, pero inservible si no puede accederse a las fincas.