De valorizar residuos a probar nuevos productos: el campo gallego innova

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

ALBERTO LÓPEZ

Una veintena de empresas y grupos de investigación del sector agrario presentaron los resultados de los proyectos en los que han estado trabajando

07 feb 2024 . Actualizado a las 00:04 h.

Los criadores de vacas de la raza cachena tenían un problema. A pesar de que sabían que estaban ante una de las mejores carnes del mundo, no tenían muy claro cómo tenían que formular las raciones alimentarias para optimizar su cría. A Queizúar y Prestes, dos queserías gallegas, les sobraba el suero de la leche que obtenían tras elaborar sus quesos. Y en las bodegas Viña Costeira y Paco & Lola estaban convencidos de que los residuos de poda y del bagazo podían esconder un buen fertilizante para sus viñedos. Así que todos ellos solicitaron la ayuda de los centros de investigación gallegos y de la Consellería do Medio Rural. Tal y como quedó claro en la cuarta edición del Foro de Innovación Productiva do Sector Agrario, la respuesta estaba en los veinte proyectos de innovación que ahora acaban de llegar a su fin y que permitieron a sus promotores dar respuesta a sus necesidades.

Desde su primera edición, este foro quiere ser un espacio en el que dar a conocer los resultados de todos los proyectos de investigación en los que trabajan conjuntamente empresas y centros de investigación. «Temos que ser máis activos na transferencia do que investigamos porque temos problemas para chegar á industria», reconoció el conselleiro do Medio Rural, José González, que junto con el director de la Axencia Galega da Calidade Alimentaria, José Luis Cabarcos, participó en esta sesión. González resaltó la calidad de los proyectos presentados «que son verdadeiramente innovadores» e insistió en que «o importante é que toda investigación que se faga con cartos públicos chegue ás explotacións». A ello contribuirá, añadió, la reforma del centro de formación y experimentación agraria de Sergude. «Imos recuperar todo este espazo para ser o espello de rural e un foro de innovación. Non só queremos que sexa un centro de formación, senón tamén de experimentación e para iso imos contar con instalacións da industria da transformación, para facer queixos, conservas vexetais, laboratorios de ensaio...», añadió.

Veinte proyectos

En la cuarta edición de este foro, una veintena de empresas presentaron los resultados de los proyectos en los que llevan tres años trabajando. Entre ellos estuvo Miña Terra, la promotora de la investigación de las cachenas, que se vio sorprendida por la buena infiltración que detectó en los canales de esta raza «e nos demos conta de que igual estamos sacrificando moi pronto os animais», explicó el promotor de esta iniciativa. Innogando, por su parte, aprovechó la subvención para desarrollar un collar que permite monitorizar la actividad de las vacas y otro que detecta partos. Ecocelta, experta en vermicompostaje, consiguió valorizar el purín a través de un sistema de compostaje con purines. Y la Interprofesional Láctea diseñó un método que permite medir la emisiones de metano de las vacas a través del análisis de la leche.

Dos queserías, Queizúar y Prestes, utilizaron estos proyectos para poner en valor el suero de la leche, que actualmente es un residuo. La primera logró elaborar una mantequilla con él, mientras que la segunda diseñó cremas de queso y requesón que ya están en los mercados. La investigación llegó a la apicultura, de la mano de la Asociación Sectorial Forestal de Galicia, que trabajó en un proyecto para localizar y reproducir a abejas resistentes a las enfermedades y el cambio climático.

En el sector vitícola, Cumes do Avia logró recuperar viñedos ecológicos que estaban en mal estado por el manejo que se había hecho de ellos y Viña Costeira y Paco Lola descubrieron las ventajas e inconvenientes de tratar sus viñas con el bagazo que sale de la uva y con los restos de podas. Los productores de la Faba de Lourenzá, por su parte, descubrieron que buena parte de las semillas que utilizan están llenas de virus, de ahí que pierdan todos los años parte de su cosecha. Y en Conservas do Támega elaboraron nuevos productos con cultivos ecológicos, como zumos, cremas y guisos. Por último, Orballo consiguió detallar las propiedades que tienen el té y el lúpulo para elaborar productos nutricéticos.

Esta es solo una muestra de todas las investigaciones que se presentaron en este foro, donde también se dio a conocer oficialmente el proyecto europeo Agrifoodtech, en el que Galicia participará durante los próximos años con una ayuda de 1,5 millones de euros para investigación. Porque esta claro que el sector agrario sí que innova.