Sidra de autor en la Terra Chá: «A miña idea é pechar aquí o ciclo de produción»
AGRICULTURA
Gabriel López saca al mercado la primera cosecha, elaborada a base de manzanas cuidadas sin productos químicos
14 oct 2023 . Actualizado a las 12:15 h.Frente a los que tienen manzanos y venden su producción, Gabriel López, residente en Roupar (Xermade), apuesta por el cultivo, la elaboración de sidra y la distribución. «A miña idea é pechar aquí o ciclo de produción», dice para resumir sus intenciones. No hay duda de que ha conseguido su aspiración, puesto que acaba de poner en el mercado las botellas elaboradas con la cosecha del año pasado, la primera con la que logró comercializar sidra.
Se trata de un producto de autor, no solo porque la producción es reducida sino porque los manzanos crecen sin uso de productos químicos, con una agricultura que se basa en los criterios de la agroecología. La producción está lejos de las grandes cifras porque se elabora con la producción de una hectárea de terreno. De una finca de esa superficie se puede lograr una cosecha de unas doce toneladas, lo que permite embotellar unos 8.000 litros.
El abono empleado es trigo sarraceno, que se cultiva en la misma parcela que los manzanos. Así crecen distintas variedades de manzanas (durona, da rega y raxao, por ejemplo) con las que sale una sidra cuyo sabor es algo distinto a las que abundan en el mercado. La suya es algo menos dulce. «É distinta, pero non é peor», comenta López. La producción que ha embotellado tiene cinco grados y medio, aproximadamente uno menos que la habitual de Asturias. Para explicar esa diferencia, Gabriel López afirma que también es diferente el terreno donde cosecha él (en la parte norte de la Terra Chá, ya cerca de la Serra do Xistral) del que suele usarse en la vecina comunidad, donde los manzanos crecen en valles de menos altitud, cerca de ríos.
Ese carácter distinto no frena sus planes, sino que más bien los estimula. Tras años de trabajo, en los que los manzanos son una parte de su trabajo agrícola, su objetivo es llegar a tener un lagar propio, algo que ya está en marcha, para llevar a cabo todo el proceso en Roupar. Lo que hace ahora es llevar la cosecha a Dodro. «Fermenta seis meses en cuba de aceiro», aclara.
La primera producción se vende en establecimientos cercanos, en ferias de la Terra Chá y de Ferrolterra y en un mercado que tiene lugar en Santiago. Cada botella, de tres cuartos de litro, cuesta cinco euros. La campaña de este año será previsiblemente algo peor que la del 2022 debido a las condiciones meteorológicas.
Las lluvias de semanas pasadas hicieron caer antes de tiempo parte de las manzanas, cuya recogida se adelantará cuando lo habitual es empezar a mediados de octubre. «O tempo non axudou», resume López, que ni así se aparta de su intención de consolidar «pouco a pouco» su marca.
Una vocación surgida tras un trabajo sindical
Gabriel López nació en Avilés (1973), pero se trasladó a Foz con pocos años. Dedicarse a la agricultura no es para él una novedad sino un regreso a la tradición familiar, puesto que fue la generación anterior la que dejó el campo por otros oficios. El ejemplo de sus abuelos siempre estuvo presente. «Vendo o que facían eles, pensaba ruralizarme», afirma.
Estuvo en contacto con el campo, ya que trabajó en un sindicato vinculado con la actividad agraria. Pero llegó un momento en que las fincas y los aperos de labranza acabaron por resultarle mucho más atractivos que un despacho y un ordenador. «Con 38 anos, aínda que xa un pouco tarde, decidín que tiña que ser eu quen dese ese paso». No buscaba dar ejemplo sino dedicarse a algo que le atraía y le sigue atrayendo.