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Von der Leyen pide «menos polarización» en el debate sobre agricultura y biodiversidad

Efe ESTRASBURGO

AGRICULTURA

YVES HERMAN | REUTERS

Dice que se necesita producir alimentos, pero también proteger el mundo natural

14 sep 2023 . Actualizado a las 09:43 h.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reclamó «más diálogo y menos polarización» en el debate entre la protección del medioambiente y el futuro de la agricultura en la Unión Europea, un área donde la tensión política ha aumentado notablemente en los últimos tiempos.

«Necesitamos más diálogo y menos polarización. Por eso, queremos lanzar un diálogo estratégico sobre el futuro de la agricultura en la UE. Estoy convencida de que la agricultura y la protección del mundo natural pueden ir de la mano. Necesitamos ambas cosas», dijo Von der Leyen en su discurso sobre el Estado de la Unión, que marca el inicio del curso político de las instituciones de la Unión Europea.

La conservadora alemana alabó en su intervención las virtudes de la protección de la biodiversidad como herramienta para combatir el cambio climático, uno de los emblemas de su mandato, que entra en su quinto y último año con las elecciones al Parlamento Europeo de mayo y junio del 2024 a la vista.

«Los páramos y humedales protegidos absorben enormes volúmenes de gases de efecto invernadero, garantizan los ciclos regionales del agua y son hogar de una biodiversidad única», dijo Von der Leyen, que también se refirió a la importancia de «la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas» como elementos vitales para todos en Europa. La presidenta del Ejecutivo comunitario llamó a proteger la naturaleza, pues su deterioro «destruye no solo los cimientos de nuestra vida, sino también nuestra sensación de lo que constituye nuestro hogar».

Pero lanzó también guiños al sector agroalimentario, que se opuso mayoritariamente a la tramitación de la Ley de Restauración de la Naturaleza en una campaña liderada, precisamente, por la familia política de Von der Leyen, el Partido Popular Europeo (PPE), cuyo apoyo necesita la democristiana si aspira a ser reelegida en el cargo. «Quiero aprovechar esta oportunidad para expresar mi aprecio a nuestros agricultores, para agradecerles por proporcionarnos alimentos día tras día», dijo Von der Leyen, quien defendió «la seguridad alimentaria, en armonía con la naturaleza».

La presidenta del Ejecutivo comunitario reconoció las dificultades del sector agrícola a propósito de la invasión de Rusia sobre Ucrania, los fenómenos extremos vinculados al cambio climático, como sequías, incendios o inundaciones, así como las «nuevas obligaciones» que buscan reducir el uso de pesticidas químicos o las emisiones de dióxido de carbono. «Muchos ya están trabajando hacia una forma más sostenible de agricultura. Debemos trabajar juntos con los hombres y mujeres en la agricultura para abordar estos nuevos desafíos. Esa es la única forma de garantizar el suministro de alimentos para el futuro», dijo.

El Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca) que representa a las grandes explotaciones agrícolas en la UE celebró el «reconocimiento» al sector y «la confirmación de un deseo renovado de diálogo y de cambio de método en las altas esferas de la Comisión» y aplaudió el anunciado «diálogo estratégico».  En un comunicado, esa plataforma señaló que la frase de Von der Leyen de que «necesitamos más diálogo y menos polarización» es un mensaje que desde hace meses respalda Copa-Cogeca, así como el concepto de que «la agricultura y la protección de la naturaleza pueden ir de la mano».

La ONG ecologista Greenpeace, por su parte, afeó a la presidenta de la Comisión Europea que, pese a sus «credenciales verdes», no tenga «ningún plan» para acabar con los combustibles fósiles ni con la agricultura industria. Esa ONG señaló que el número de granjas en la UE ha caído en 5,3 millones de explotaciones desde 2005 en detrimento de los negocios familiares frente a las granjas industriales que concentran más animales, mientras que la política agrícola común «asigna la mayor parte de su presupuesto a explotaciones que producen ganado y piensos, un importante factor de destrucción de la naturaleza».

«A pesar de todo lo que habla de proteger a los agricultores, le preocupa más atacar a los lobos que enfrentarse a las granjas industriales que realmente los están devorando», agregó Greenpeace.