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Las zarzas no son malas, ayudan a vivir

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AGRICULTURA

Zarzas con moras protegen una higuera
Zarzas con moras protegen una higuera M.L.

Las distintas variedades de esta planta de la familia de las rosáceas son un gran aliado de los agricultores a la hora de conservar la biodiversidad de los campos o bosques que promueve la nueva política agraria común (PAC)

27 jul 2023 . Actualizado a las 10:15 h.

Miguel LLorente es agricultor. Es uno de esos agricultores que se enamoraron de la naturaleza cuando eran niños y, para proteger los ecosistemas, fueron alimentando con estudio el conocimiento práctico adquirido a través del arte de observar. Experto en agroforestería _un sistema productivo que integra árboles, ganado y pastos en un mismo terreno_ sabe que las plantas silvestres no son malas como durante años y años se ha hecho creer. Todo lo contrario, son parte esencial del ciclo de la vida. Como ejemplo, las zarzas. Porque como recuerda son una fuente inagotable de biodiversidad, esa biodiversidad animal y vegetal que promueve la nueva política agraria común (PAC) para garantizar el suministro de alimentos. Porque son refugio de insectos, reptiles, mamíferos.... que van a evitar plagas, pero también protegen otras especies vegetales que están creciendo alrededor de ellas. No hay que olvidar tampoco su función de corta vientos o de muro de contención que evita la erosión del terreno. 

«Las funciones que desempeñan las zarzas son múltiples. Sus potentes raíces descompactan el suelo, dan unos de los frutos más saludables y con mayor número de antioxidantes que hay en la naturaleza, y que además son gratis, protegen a los árboles con los que luego se formarán nuevos bosques, alimentan a los polinizadores porque tienen un período de floración muy amplio, producen mucho humus que fertiliza el suelo, protegen a animales como los erizos o los pájaros....», explica Miguel mientras describe entusiasmado las funciones de una planta que se ve en cunetas, bosques, muros o en esas franjas de biodiversidad que ahora incentivan los nuevos ecorregímenes de la PAC

Es por todo eso por lo que las zarzas no son malas. Son plantas protectoras, como todas las que tienen pinchos. «Son un estado intermedio entre la pradera y la formación del bosque porque con sus espinas protegen los brotes de los árboles de los animales salvajes o domésticos que puedan venir a alimentarse de los pequeños brotes verdes. Ayudan a vivir a los árboles», recuerda este agricultor de Extremadura. 

Conoce que el mejor huerto estará donde antes hubo unas zarzas. De ahí que invite a desbrozar parte de un zarzal para cultivar especies de huerta. «El trabajo de abonado previo realizado por las zarzas va a ayudar a la germinación de las semillas. Pero también se pueden hacer desbroces o podas selectivas como las que se hacen a los frutales para tener un mejor acceso a las moras», añade. E invita a fijarse en lo sabia que es la naturaleza: «Las moras suelen darse a finales del verano, en agosto, septiembre. Esa es precisamente la época previa al invierno en la que hay que echar mano de antioxidantes que estimulen las defensas», dice mientras vuelve a recordar las grandes aliadas que son las zarzas de todos esos animales e insectos que realizan la polinización. Y como no haya polinización, no hay alimento. Por eso, las zarzas no son malas. Son buenas hierbas. Muy buenas.