Galicia empieza a sacar partido al cultivo de maíz dulce para recuperar tierra abandonada

Recuerdan en la Fundación Matrix a través de su página web que el año pasado comenzaron una revuelta pacífica de la mano del maíz. «Nos rebelamos contra las fincas abandonadas y contra el paisaje despoblado e improductivo» porque, como añaden, «nos resistimos a la progresiva desaparición de la agricultura y la pérdida de la cultura rural en muchas áreas de Galicia». La recuperación de terrenos abandonados para el cultivo ecológico de maíz dulce para consumo humano es el modo que tienen de rebelarse. Y no parece que les vaya mal. Porque dentro del proyecto Agrieco, desarrollado por la fundación con la colaboración de la Universidade de Vigo, el grupo de investigación sobre Adaptación y Sostenibilidad de Cultivos de la Misión Biológica de Galicia y con la financiación del Ministerio de Transición Ecológica, han logrado recuperar más de 20 hectáreas de terreno en distintas aldeas repartidas en nueve ayuntamientos gallegos: Nigrán, Tui, A Bola, O Irixo, Boborás, O Carballiño, Rairiz de Veiga y Bueu. Precisamente en este último concello es donde está Meiro, la parroquia de donde es originario el millo corvo.

El año pasado, como explican desde la Fundación, lograron poner en el mercado de la mano del grupo de distribución Gadis la primera cosecha de millo dulce ecológico de kilómetro cero producido en Galicia. A los consumidores parece que les gustó. Sobre todo a la plancha. Además esta fruta —la mazorca de maíz es en realidad una fruta— ha triunfado entre los jóvenes.

Pero parece que este es solo el principio de un proyecto alineado con los principios que marca la nueva política agraria común (PAC) y del Pacto Verde Europeo. Lo está porque promueve la agricultura ecológica y sostenible que contribuye al desarrollo económico y social de las áreas rurales al ofrecer a los agricultores un nuevo modo de sacar rentabilidad a las tierras en desuso. Además anima a introducir en la dieta un producto saludable como es el maíz. Porque como dicen estos investigadores esta variedad presenta en estado fresco un color amarillo claro muy jugoso con un alto contenido en agua. De hecho, su sabor es más dulce que otros maíces por su alto contenido en azúcares, parecido al de las frutas.

Alto potencial de cultivo

Galicia tiene un gran potencial para el cultivo de esta variedad de maíz, al igual que otras como el maíz blanco, el rojo, el amarillo o el negro. «El potencial es muy alto en la comunidad, donde hay unas 100.000 hectáreas de terreno con muy buena calidad para el cultivo del maíz», explica el profesor de Ecología de la Universidad de Vigo y director de la Fundación Matriz, Javier Montalvo.

Su cultivo en ecológico —libre de pesticidas— también ayuda a la mejora de la biodiversidad. De hecho, como explican desde la Fundación Matrix, la ausencia de herbicidas promueve la aparición de plantas herbáceas en los campos donde crece el maíz que pueden controlarse por medio de escardas mecánicas, diversificando la composición de plantas del cultivo. Esas plantas realizan una cobertura vegetal del suelo que crea un hábitat perfecto para especies de artrópodos que pueden contribuir al control de plagas de otros artrópodos. Eso también atrae a aves que pueden acabar con insectos que están detrás de otras plagas que tocan al maíz.

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