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Los corzos estropean viñas en O Ribeiro: «Desespéraste»

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

AGRICULTURA

 Fernando Cibeira, mostrando los destrozos en su viña
Fernando Cibeira, mostrando los destrozos en su viña Santi M. Amil

Los viticultores demandan medidas, entre ellas batidas

10 may 2023 . Actualizado a las 11:09 h.

Las denuncias de Unións Agrarias presentadas en las oficinas comarcales de Ourense, Ribadavia y O Carballiño se han multiplicado en la última semana, ante los daños que la fauna salvaje, fundamentalmente los corzos, producen en los viñedos de la Denominación de Origen Ribeiro. El grueso de las quejas se concentran en Beade, aunque también se han registrado daños en Toén y Castrelo de Miño. El sindicato agrario solicitó por escrito a la Jefatura Territorial de Medio Ambiente medidas inmediatas de control de las pérdidas. Están pendientes de mantener una reunión de trabajo para fijar estrategias y la posible realización de esperas o batidas. «Non queda máis remedio que diminuír a súa poboación no medio prazo, centrando a presenza da fauna cinexética ao monte, e non nas contornas agrarias onde produce danos aos produtores», señalan desde Unións Agrarias.

Fernando Cibeira Estévez es colleiteiro en Beade y está afectado por las presencia de corzos y de jabalíes en sus viñedos. Este martes se enfrentaba a la realidad en una de sus fincas ubicada en As Bellacas, en donde produce uva treixadura y sousón. Algo más de tres mil metros de parcela que año tras año, con mayor intensidad en los últimos cinco, reciben la visita de los corzos. «Nesta época sempre aparece o corzo, rasca a cabeza contra as ramas e destrúe todo, sobre todo na parte máis alta. Os bichos non son parvos e estas fincas non teñen herbicidas nin insecticidas e deben notalo por algunha razón», explica Fernando Cibeira.

Las incursiones de los corzos pueden comprometer los brotes de una parcela en una sola noche y producir heridas en la madera de las cepas que las hace susceptibles a todo tipo de enfermedades fúngicas.

«Estivemos esta fin de semana atando as ramas ó arame e está todo colgado, desarmado. Despois de todo o traballo, desespéraste. Que queren que fagamos! So queda valar todo o monte», lamenta Fernando. Este martes volvía a la finca para cuantificar los daños y volver a colocar las ramas. «Ata cando? Quen sabe», subraya.