Las organizaciones agrarias aplauden las ayudas al campo, pero piden más

Las dos principales organizaciones agrarias gallegas celebran la lista de medidas que ha puesto en marcha el Ministerio de Agricultura para paliar la crisis que atraviesa el campo español. La guerra de Ucrania, la subida de los costes de producción y la sequía son algunas de las circunstancias que están poniendo al sector contra las cuerdas y por eso el Gobierno aprobó una reducción en los módulos del IRPF para todas las explotaciones. Sin embargo, tanto Unións Agrarias (UU.AA.) como la Asociación Agraria de Galicia (Asaga) consideran que esta medida no es suficiente. Sobre todo porque permite aliviar los problemas que se atravesaron el año pasado, ya que se aplican sobre la renta del 2022, pero no hacer frente a los actuales,

«É unha medida importante e positiva e hai que valorala así», asegura Félix Porto, de UU.AA. «Todas as axudas son benvidas e as valoramos positivamente», añade Francisco Bello, de Asaga. El problema es que «cando non hai ingresos non se pode pagar, por iso creemos que hai que ir máis aló e tomar medidas para paliar a crise actual», añade el primero.  «Está claro que estas non son axudas polo que está pasando agora, son relacionadas co que pasou o ano pasado», sostiene el segundo.

Para Unións Agrarias, el principal problema de la rebaja de módulos del IRPF es que no afecta a todos los profesionales del campo, solo a aquellos que tributan por módulos. Así, por ejemplo, los que factura más de 250.000 euros tienen que hacer la declaración directa, que es también la fórmula que usan otras explotaciones, aunque no estén obligadas a ello. «Esto deixa fóra a todos os que están en directo», añade Porto. Por eso reclama que «se suban as procentaxes dos gastos de difícil xustificación, porque diso beneficiaríanse tamén os grandes». Esa medida, junto con las ayudas a los fertilizantes y al gasoil, ayudarían a paliar parte de la situación actual.

Desde Unións Agrarias entienden que en la solución de los problemas del sector primario deben colaborar las tres administraciones implicadas. «Bruselas é unha parte importante, porque pode permitir a modificacións no PDR, pero tamén hai que activar mecanismos presupuestarios por parte do Goberno do Estado e das administracións autonómicas», sostiene. 

Asaga, por su parte, recuerda que el campo español sigue afectado por los mismos problemas que el año pasado, desde la subida de costes, que no se ha frenado, a la sequía, que está poniendo en problemas muchas cosechas. Pero sostiene que la medida planteada por el Gobierno «es unha cuestión fiscal, de reducción de índices que xa se ten feito noutras ocasións. Agora temos que seguir pelexando para que neste 2023 haxa axudas que permitan continuar coas explotacións,» asegura Bello. 

El portavoz de esta organización agraria tiene claro que el campo precisa mucho más que dinero. «Moitas veces non son so cuestións económicas, actualmente temos unha carga administrativa e burcrática moi grande», afirma. Por no hablar de todos los condicionantes que impone la nueva Política Agraria Común.« Desde Bruselas e desde os ministeiros se están impoñendo múltiples presións medioambientais», sostiene. Así, añade, en un contexto de buenos precios para el sector lácteo se sigue produciendo el cierre de explotaciones, «porque a xente se aburre da nova PAC, de todas as presións medioambientais.. ». En su opinión, debemos decidir« se queremos depender de alimentos que se producen en terceiros países sen saber como ou se queremos ter os nosos propios agricultores e gandeiros», concluye. 

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