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Los consumidores van menos al súper y reducen su cesta de la compra

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Noemí Jabois | EFE

Esta es una de las conclusiones del informe que se presentó en el pleno del Observatorio de la cadena alimentaria, que acordó actualizar los informes de los costes de producción de aceite, leche líquida y realizar los de melocotón, nectarina, patatas, tomate, cítricos y miel

30 mar 2023 . Actualizado a las 09:50 h.

La subida de precios que están experimentando los alimentos está teniendo repercusiones sobre los hábitos de compra de los consumidores españoles. Esta es una de las conclusiones que se extrae del informe del Panel de Consumo Alimentario, que fue presentando en la reunión ordinaria que celebró el Observatorio de la cadena alimentaria, y que sostiene que los consumidores van ahora menos veces al súper y también incluyen menos alimentos en su cesta. 

El director general de Industria Alimentaria, José Miguel Herrero, fue el encargado de presidir este foro y puso en valor su importancia como lugar de diálogo, análisis e intercambio de información sobre la situación del mercado alimentario. En el encuentro se analizó la evolución de los precios de los alimentos y se informó del estado en el que se encuentran los estudios de costes que elabora esta entidad. También se presentaron sendos análisis sobre el comportamiento de la cadena y sobre la evolución que han experimentado tanto el consumo como los precios en los últimos meses.

Según el informe del Panel de Consumo Alimentario, en España se ha producido una reducción en el número de actos de compra y también en el tamaño de las cestas. Es decir, que los consumidores van ahora menos al súper y llenan menos sus cestos con el objetivo de controlar el gasto en los hogares ante el aumento de precio que han experimentado muchos alimentos. Otra tendencia que se observa es que cada vez se recurre más a las marcas blancas.

La tercera conclusión que arroja el estudio de las tendencias de consumo es que, a pesar de que no se observan variaciones significativas en las grandes familias de alimentos que se compran, sí que es cierto que se nota una mayor presencia de productos básicos. Es decir, que se compra más pan, arroz, pastos o legumbres en detrimento de productos más caros, como carnes, pescados, frutas y verduras o aceites. 

Los integrantes del Observatorio, entre los que estaban representantes de la Administración general del Estado, las comunidades autónomas y todos los eslabones de la cadena alimentaria, también pudieron conocer los resultados de otro análisis sobre el aumento de los precios que están sufriendo los alimentos y la evolución de los márgenes de las empresas que forman parte de la cadena del gran consumo. Este informe refleja que, a lo largo del pasado año, los precios de venta al público se encarecieron menos que los de la industria de la alimentación y que los precios de sus proveedores, los agricultores. Es decir, que la gran distribución absorbió parte del incremento en el coste de los alimentos.

Otra conclusión de este informe es que las empresas de distribución minoristas han aumento sus precios, aunque sus ingresos crecieron en menor medida porque los consumidores realizaron ajustes en sus compras. Por ejemplo, cambiaron las marcas de fabricante por la marca blanca, buscaron ofertas o sustituyeron unos productos por otros equivalentes, como congelados en lugar de frescos o diferentes tipos de carnes y pescados.

Actualización de los informes de costes

Una de las decisiones que tomó el Observatorio de la cadena fue la de convocar, a partir del próximo mes de abril, a los distintos grupos de trabajo para avanzar en los estudios de la cadena de valor de determinados alimentos. El objetivo es actualizar lo que supone producir determinados alimentos, cuyos costes se han visto incrementados por la inflación

Estos informes son estudios descriptivos del conjunto de costes que intervienen en cada etapa de comercialización por las que pasa un alimento, desde su recolección en el campo hasta la mesa. Establece unos valores medios para cada uno de ellos, que se utilizan para fijar los precios mínimos que deben percibir los agricultores por sus cosechas. Ahora, el Observatorio acordó actualizar los informes de la cadena de valor del aceite de oliva virgen extra y de la leche líquida envasada. También se decidió realizar otros nuevos sobre el melocotón y la nectarina, las patatas, el tomate, los cítricos y la miel, tal y como solicitaban las organizaciones profesionales agrarias.