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Producción ecológica, una garantía de bienestar animal

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AGRICULTURA

José Manuel Casal

La política agraria común promueve un modelo de producción que fomenta que los animales tengan más superficie para moverse o cuya alimentación deba ser orgánica

24 feb 2023 . Actualizado a las 09:43 h.

Promover la agricultura ecológica como uno de los modelos de producción más respetuosos con el medio ambiente es uno de los objetivos de la nueva política agraria común (PAC). No hay que olvidar que ese modo de trabajar implica también un mayor bienestar de los animales, otro de los grandes retos que tienen por delante los ganaderos de toda Europa. Una prueba de ello es cómo Bruselas está tratando de dar una respuesta legislativa a la iniciativa ciudadana End the Cage Age, que pide la eliminación de las jaulas en todos los modelos de producción que conviven en el territorio europeo. De hecho, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha emitido a petición de Bruselas varios documentos con recomendaciones para sectores como el avícola o porcino.

Pero una de las razones que explica por qué la producción ecológica es tan escrupulosa con el bienestar animal es la estricta normativa nacional e internacional que han de cumplir las granjas con respecto al bienestar de todos sus animales. Y no solo las dedicadas al ganado bovino (donde han de tener camas confortables o estar en instalaciones bien ventiladas), también las pertenecientes al sector avícola (las normas avanzan hacia unos modelos libres de jaulas, donde tampoco se tengan que cortar los picos de los animales), porcino (con espacio suficiente para las cerdas madre) o las de ovino-caprino. Como prueba está que los animales han de disponer de una mayor superficie de suelo para moverse, su alimentación ha de ser de producción ecológica y ha de limitarse el uso de antibióticos. Al fin y al cabo cuidar de los animales equivale a cuidar de los consumidores, una política en línea con la estrategia De la Granja a la Mesa

El Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación recuerda precisamente en su página web que la producción ecológica es «objeto de controles oficiales y otras actividades oficiales enmarcados en el ámbito del reglamento (UE) 2017/625, del 15 de marzo del 2017, relativo a los controles y otras actividades oficiales realizados para garantizar la aplicación de la legislación sobre alimentos y piensos y de las normas sobre salud y bienestar de los animales, sanidad vegetal y productos fitosanitarios, a fin de verificar el cumplimiento de las normas de producción ecológica y el etiquetado de productos ecológicos». 

Más allá de eso, los distintos estados miembros ha ido aprobando normativas relacionadas con la mejora del bienestar de los animales dentro de las regulaciones necesarias para el desarrollo de la nueva política agraria común (PAC) en cada país. En España, por ejemplo, el Consejo de Ministros aprobó no hace mucho un real decreto que deroga la anterior normativa relativa a las normas de sanidad y protección animal que han de cumplir los encargados de transportar animales. La norma establece qué condiciones han de cumplir los profesionales para realizar el traslado de animales, además de establecer los parámetros que al respecto han de cumplir los puertos donde embarquen con destino a terceros países. De hecho, entre otras cosas deberán contar con un veterinario o personal formado. Esta normativa forma parte del paquete legislativo de acompañamiento del plan estratégico para la aplicación de la política agraria común (PEPAC).

España regula la producción ecológica desde la década de los 80, pero no fue hasta 1993 cuando comenzó a aplicarse el primer reglamento comunitario. Desde el pasado año este tipo  de producciones están reguladas por el reglamento 2018/848, del Parlamento europeo y del Consejo, sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos y por el que se deroga el reglamento (CE) 834/2007 del Consejo.