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José Ángel Marful, fabeiro: «As nosas fabas véndense en Dublín»

AGRICULTURA

José Ángel Marful, de Fabas Maruxa, cosecha, selecciona y envasa fabas en Santo Tomé
José Ángel Marful, de Fabas Maruxa, cosecha, selecciona y envasa fabas en Santo Tomé PEPA LOSADA

Lourenzá es la capital de la faba, esa leguminosa de moda que atrapa a los chefs que persiguen lo auténtico. José Ángel Marful es fabeiro, de la tierra donde el mercado de fabas está documentado desde el siglo XVIII

15 feb 2023 . Actualizado a las 09:52 h.

Cuando María Dolores Rocha Loureiro, Maruxa, vendió 10 kilos de sus fabas a 1.000 pesetas se paró a repensar la actividad y los caminos que le podía abrir un cultivo que hasta ese momento lo enfocaba para autoconsumo y vendía cantidades pequeñas que le sobraban. Con ella hoy jubilada, es su marido, José Ángel Marful Gayoso, quien está al frente del negocio Fabas Maruxa, cuya producción se comercializa en grandes áreas como Gadis o El Corte Inglés, a través de distribuidores de Pontevedra y de Ourense, y también llega a particulares, buena parte en transacciones durante la Feira da Faba que cada año se celebra en Lourenzá, en A Mariña lucense, adonde Fabas Maruxa acude con dos puestos.

Ambos empezaron a cultivar faba a principios de la década de los 80 y lo hicieron en Santo Tomé, en un fértil valle que en plena producción alegra la vista. Ella optó por esta actividad para compaginarla con el cuidado de su padre. Aprendió sola, a base de ensayo-error, confiesa. Comenzó en una finca pequeña, de unos dos ferrados y haciendo todo a mano. La plantación fue aumentando al ritmo que se incrementaban las ventas y que la faba de Lourenzá ganaba en promoción y también conquistaba a reputados chefs por su grano brillante, su piel fina, su pulpa tierna, su agradable textura, su característico sabor y su autenticidad. Actualmente plantan casi cuatro hectáreas y la producción no les llega para atender los pedidos. Además de ser productores tienen servicio de compra-venta: «Nós producimos sobre 5.000 quilos de faba brutos ao ano, que logo hai que seleccionar. Pero aínda así, non nos chega. Temos que comprarlle a outros produtores». José Ángel asegura que la mayor parte de lo que venden lo hacen bajo el paraguas de la Indicación Xeográfica Protexida Faba de Lourenzá: «Desde que se logrou a IXP a faba colleu máis valor e foi gañando promoción en toda Galicia e tamén fóra».

Fabas Maruxa comercializa envases de faba IXP de medio kilo y de un kilo, exclusivamente. «Aquí todo está controlado. No último mes tivemos tres inspeccións. Somos poucos os autorizados para envasar e vender baixo a IXP», reconoce el fabeiro, que al igual que su mujer Maruxa, está orgulloso de que sus fabas se consuman por toda Galicia y hayan llegando a Huelva, Madrid, Alemania... e incluso hasta la también verde Irlanda: «As nosas fabas véndense en Dublín. Soubémolo porque unha coñecida nos enviou unha foto nunha tenda cun envase noso, de medio quilo, a 11,99 euros».

Aunque se han ganado un hueco en el mercado, los inicios fueron complicados. Hubo que enviar muestras, buscar clientes, probar suerte. Y todo, después del duro trabajo de cultivarla. Ellos labran a principios o a mediados de mayo después de haber preparado la tierra. Colocan la estacas, los cordones y la red por la que treparán las plantas y están pendientes de la maleza y de las enfermedades: «Só se pode sulfatar co autorizado». A finales de septiembre u octubre empieza la recogida de la faba fresca y unos quince días después, la seca. «Recollemos ao estilo tradicional, vaíña a vaíña. A recollida é o momento de máis traballo. Hai que estar pendente do tempo e imos a contrarreloxio porque son poucos días. Hai que meter xente, que ese tamén é outro problema, encontrar quen veña traballar. Ben deitamos das marroquíes!», reconoce José Ángel. Cuando recogen la faba la seleccionan y la meten en el congelador 72 horas para que después se pueda consumir todo el año. Para garantizar la trazabilidad, cada envase de Fabas Maruxa lleva el número de lote y la fecha de la cosecha. Y a mayores, ellos aconsejan las mejores recetas.