La bodega Granbazán cierra acuerdos en A Estrada para producir uva albariño

La bodega Granbazán, con sede en Vilanova de Arousa y viñedos propios en el entorno de Vilanova y Cambados, ha fijado su vista en A Estrada. La empresa, que está experimentando un importante crecimiento, necesita nueva materia prima para poder materializar sus planes de futuro. En el negocio del vino, como en casi todos, hay altibajos, pero en la última añada de Granbazán la demanda triplicó el volumen de producción.

El estradense Adolfo Picáns es el responsable de la bodega, que es propiedad del murciano Pedro Martínez, un apasionado del mundo del vino que también tiene en la Rioja alavesa la bodega Baigorri. Picáns, que lleva 19 años en la empresa, ha visto crecer el prestigio de la Denominación de Orixe Rías Baixas. «Hoxe en calquera punto de España pides un Rías Baixas e saben o que é. Por detrás hai un traballo enorme da Denominación de Orixe para colocar o viño onde está agora», explica. «Iso unido a que cada vez máis xente está apreciando outra vez o branco e a que o mercado está volvendo a descubrir o viño, fai que esteamos nun bo momento», comenta.

Granbazán tiene en propiedad 25 hectáreas de cultivo con las que cubre el 20 % de su producción. El resto de la uva albariño la compra a viñedos de prácticamente todas las subzonas de la denominación Rías Baixas.

Según explica Adolfo Picáns, tras la modernización de la bodega, la marca «volve ter brillo» y «está nunha fase de crecemento importante». «Non buscamos ser unha bodega de volume, pero buscamos tranquilidade no subministro», indica. «Agora mesmo hai unha presión sobre a demanda e o subministro de uva estase complicando. A denominación de orixe Rías Baixas é pequena e non medra moito. Ten 4.330 hectáreas plantadas, incluíndo todas as subzonas», explica. 

A Estrada, territorio inexplorado

«Cando se creou a subzona Ribeira do Ulla, empezou con forza en Vedra pola cultura do viño que xa tiña e porque está ao nacente. Ademais, a diferenza doutras zonas, ofrecía parcelas grandes. A Estrada foi quedando á sombra e agora mesmo das 4.330 hectáreas plantadas en Rías Baixas, na Estrada de momento hai só 2,4. É un 0,055% do total», calcula el responsable de Granbazán. 

Por fin la superficie mínima

Según cuenta, en A Estrada hubo algunos intentos previos de plantar uva albariño, pero nunca se había conseguido reunir el volumen mínimo de terrenos —entre 15 y 20 hectáreas— que hiciese viable el cultivo. Ahora ha llegado el momento. La bodega ha tenido la oportunidad de cerrar contratos de colaboración con propietarios de terrenos de la zona de Vea que garantizan la superficie mínima.

Contactos de varios empresarios en toda la subzona para comprar o alquilar terrenos

A Estrada cuenta con catorce parroquias incluidas en la subzona de la D. O. Rías Baixas denominada Ribeira do Ulla, la última de las cinco subzonas en incorporarse a la Denominación de Origen. Es la subzona más grande en cuanto a extensión del territorio y también la que más crece en producción, pero por el momento su aportación al global es mínima.

La subzona Ribeira do Ulla engloba varios municipios asentados a ambas orillas del río Ulla en el límite entre la provincia de A Coruña y la de Pontevedra. En la orilla coruñesa, abarca el municipio de Vedra al completo y varias parroquias de Padrón, Boqueixón, Teo y Touro. En la orilla pontevedresa, quedan dentro de la D. O. varias parroquias de A Estrada, Silleda y Vila de Cruces. En Cruces son las de Camanzo, Gres y Añobre y en Silleda solo la de Cira. En A Estrada, en cambio, son catorce las parroquias amparadas: Arnois, Couso, Cora, Oca, Santeles, Paradela, Berres, San Miguel de Castro, San Xurxo de Vea, Ribeira, Riobó, Santa Cristina de Vea, Baloira y Santa Mariña de Barcala. En ellas está habiendo muchos movimientos orientados a la compra o el alquiler de terrenos para realizar nuevas plantaciones de albariño.

Granbazán no es la única empresa que ha fijado su vista en A Estrada. Otros inversores sin bodega propia han firmado la compra de 25 hectáreas de terrenos en las parroquias estradenses de Ribeira, Paradela y San Miguel de Castro. En la zona se han realizado estudios topográficos y analíticas del terreno con el objetivo de adecuar las cepas de albariño a las condiciones concretas de la zona para obtener las mayores posibilidades de éxito. Si todo va bien, las plantaciones en las veinte primeras hectáreas podrían iniciarse a partir de abril.

Los inversores estarían interesados en completar 60 hectáreas de cultivo. La empresa estradense Habita Inmobiliaria actúa de mediadora.

El sueño de un vino de terruño bautizado en honor al Val do Vea

Bodegas Granbazán todavía está acabando de sellar algunos acuerdos para cerrar su proyecto en el valle de Vea. Si todo va bien, en cuestión de semanas se iniciarán los trabajos de acondicionamiento previos de los terrenos. La mayoría de las parcelas son de monte, por lo que será preciso talar árboles, romper el terreno, verificar la profundidad y romper la piedra que pueda existir antes de iniciar las plantaciones. La pretensión es empezar a plantar en torno a los meses de abril o mayo. Será un cultivo intensivo monovarietal con el sistema de espalderas.

La bodega ofrece máximas garantías medioambientales. Cuenta con el certificado ambiental Fair n green, uno de los más exigentes, y apuesta por la protección extrema del medio. No usa herbicidas ni insecticidas y sustituye estos productos por sistemas naturales, como los nidos de murciélagos. «Nós somos os primeiros interesados en protexer o entorno. Queremos mimetizarnos con el e aportarlle valor engadido. É a nosa filosofía de traballo de sempre», dice Adolfo Picáns

Las nuevas plantaciones podrán aportar uva a la D. O. después de tres verdes. Pero el proyecto estradense, que solo en la primera fase supone una inversión de medio millón de euros, va más allá. A la larga, si todo va según lo previsto, el objetivo de Granbazán es lanzar un vino de pago con las uvas producidas en A Estrada y darle un nombre alusivo a su lugar de origen.

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