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La plaga de la Flavescencia dorada pone en cuarentena al viñedo del sur de Galicia

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

Martina Miser

Tras detectarse cinco positivos en las provincias de Ourense y Pontevedra, Medio Rural obliga a arrancar todo el viñedo que esté afectado por la enfermedad

03 feb 2023 . Actualizado a las 10:19 h.

La Consellería do Medio Rural ha tenido que tomar medidas para evitar la propagación de una de las plagas más temidas del viñedo, la conocida como Flavescencia dorada. Es una enfermedad asociada al fitoplasma que causa graves daños en la vid y que, hasta ahora, había sido detectada de forma localizada en Cataluña y en Portugal, en zonas próximas a la frontera con nuestra comunidad. Tras detectar cinco positivos en fincas del sur de las provincias de Pontevedra y Ourense, la Xunta ha decidido tomar también una serie de medidas, como establecer una zona demarcada y obligar a arrancar y destruir todo aquel viñedo que esté afectado por la enfermedad.

La Flavescencia dorada está provocada por el organismo denominado Grapevine flevescence dorée phytoplasma, que los transmiete el insecto Scaphoideus titanus, cuya presencia ya fue confirmada en Galicia durante el pasado verano. Teniendo en cuenta eso y que esta es una de las consideradas plagas de cuarentena definidas por la Unión Europea, se hace necesario poner en marcha una serie de medidas que ayude a controlar y erradicar esta enfermedad en la comunidad, que es lo que ahora ha hecho Medio Rural. Además, antes que en Galicia, esta plaga fue detectada en Portugal, especialmente en zonas próximas a la frontera, lo que llevó a este país a declarar una zona demarcada por la enfermedad que linda con varios municipios gallegos, por lo que la primera medida ha sido la de establecer una zona tampón de 2,5 kilómetros en la frontera. Esta afecta a los municipios de Arbo, A Cañiza, Crecente, As Neves, Salvaterra do Miño, Salceda de Caselas, Tui y Tomiño, en la provincia de Pontevedra, y a Padrenda, en Ourense, que pasan a estar ubicados en la llamada zona demarcada.

 

Además, hace ya tiempo que los técnicos de Medio Rural están pendientes de la llegada de esta plaga a Galicia y esos datos de seguimiento son los que han permitido detectar la presencia de la enfermedad en cinco plantas aisladas de Arbo, Crecente y As Neves, en Pontevedra, y en Padrenda, en Ourense. Todos ellos formaban parte de la zona tampón y, con la nueva resolución, pasan a estar considerados como zona infectada.

Arranque y destrucción de vid

Las medidas que ahora ha puesto en marcha Medio Rural afectan a la zona demarcada. En ella, todos los titulares de parcelas en los que se detecte la presencia de plantas infectadas o de insectos vectores de la enfermedad deberán aplicar, lo antes posible, un tratamiento insecticida autorizado a todas las plantas. Además, aquellas que estén infectadas deben ser arrancadas y destruidas bajo control oficial lo antes posible. Explican en la consellería que lo más recomendable es que esta destrucción se realice in situ, pero que si no es posible, deberá realizarse en una zona próxima, por incineración u otro método autorizado.

Ademas, en el caso de que la parcela afectada tengan más de un 20 % de plantas con síntomas, deberán arrancarse y destruirse todas las plantas de la parcela en el caso de que las afectadas no estén agrupadas. Pasará lo mismo en el caso de zonas abandonadas.

La orden prevé también una serie de medidas para los viveros y otros operadores profesionales que trabajen dentro de las zonas infectadas. Estos deberán, en primer lugar, inmovilizar de forma cautelar todo el material de viñedo, hasta que este supere una inspección oficial. A mayores, tendrán que aplicar un tratamiento insecticida autorizado o destruir todos los lotes infectados, siguiendo un procedimiento específico que ayude a evitar la propagación de la plaga. En el caso de tener plantas o lotes sospechosos de portar la enfermedad pero que no detecten síntomas, también deberán ser eliminados.

Medio Rural también obliga a arrancar y destruir todas las plantaciones abandonadas que existan en las zonas demarcadas, así como a eliminar las plantas silvestres del género Vitis spp. y aquellas otras que puedan ser portadoras de la enfermedad. Con todas estas medidas preventivas, la consellería confía en detener el avance de la plaga, que supone una gran amenaza para el viñedo gallego.