Patrocinado porPatrocinado por

José Bernardo, Agroseguro: «En Galicia, pagamos 1,6 millones de euros por una noche de helada en el viñedo»

Maruxa Alfonso Laya
M. Alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

cedida

El Director Territorial en la zona noroeste y Canarias considera que el cambio climático ha convertido los seguros agrarios en imprescindibles

04 feb 2023 . Actualizado a las 20:32 h.

En los últimos tiempos, el cambio climático ha convertido los seguros agrarios en algo imprescindible para las explotaciones gallegas. Así al menos lo considera José Bernardo, Director Territorial de Agroseguro en la zona noroeste y Canarias. Explica que, desde el 2019, el número de animales asegurados en Galicia ha crecido cerca de un 30 %, mientras que la producción se ha incrementado en un 52 %. El pasado año, en esta comunidad había un capital asegurado de 941 millones de euros. Crecen también las indemnizaciones, que en el 2022 fueron de 28 millones de euros. Pero es que una sola noche de heladas puede causar pérdidas millonarias en el viñedo, por ejemplo.

—¿Cuál es la tendencia de Galicia en el seguro agrario?

—La tendencia del seguro agrario en Galicia, en línea con la del resto del país, es de un constante crecimiento. En los últimos años, la superficie asegurada ha crecido un 53 % y el número de animales un 30 %. Lo único que baja es el número de pólizas porque el tejido agrícola está envejeciendo y se va reduciendo y produciendo una concentración de las explotaciones. En los últimos ocho años, bajó el número de pólizas un 8,8 %. Pero esa es una realidad del campo gallego, que la población tiene una edad y las explotaciones van desapareciendo, aunque hay un incremento del tamaño y una mejora en la viabilidad.

—¿Cuáles son las actividades agroganaderas que más se aseguran?

—Los reyes, en Galicia, son las dos líneas de vacuno, la de vida y la de retirada. Y la más importante es la que asegura al vacuno reproductor, de carne y de leche, con un capital asegurado de 608 millones de euros. Ahí queda claro que Galicia es ganadera porque el capital total asegurado ese año fue de 941 millones de euros. La segunda línea es la de retirada y destrucción de animales, que cubre la retirada de los animes muertos para su destrucción controlada, que tiene un capital de 81 millones de euros. Le siguen el seguro de daños porcinos, con 34 millones de euros, la línea de vida de las aves de carne, con 33,8 millones de euros, y luego viene la uva de vino, con 28 millones de euros de capital asegurado

—Las indemnizaciones ¿también son mayores cada año?

—El riesgo es inherente a la producción. La producción agraria es sin techo en la gran mayoría. Y en la ganadería ocurre lo mismo. El año pasado pagamos 28 millones de euros y el anterior 25. Lo que provoca esa variación en línea ascendente son los riesgos agrícolas: las heladas, inundaciones, sequías... que no se presentan todos los años ni con la misma incidencia. Por ejemplo, hace unos años hubo una helada en el valle del Ebro y pagamos 240 millones de euros en una sola noche. En Galicia, esa misma noche, pagamos 1,6 millones por una helada en el viñedo. Lo que tenemos comprobado es que la tendencia de esos eventos climáticos es cada vez más general y se vuelven más importantes. Nuestros datos de siniestros no paran de crecer y los científicos dicen que el cambio climático lo que va a hacer es que haya situaciones de clima más extremas. En Galicia el año pasado estábamos pagando los daños en el maíz forrajero por sequía y, no habíamos acabado de recogerlo, y pasamos a pagar daños por inundaciones.

—En ese contexto de cambio climático parece claro que el seguro agrario es imprescindible.

—Esta claro. Se unen varios factores. Por una parte están esos fenómenos extremos más intensos. Y, por otra, que cada vez las explotaciones se modernizan más y requieren de mayor capital de riesgo. Alguien se puede permitir afrontar un fenómeno extremo si no ha hecho una inversión importante, pero las explotaciones modernas no pueden prescindir del seguro agrario. En Ribeira Sacra, por ejemplo, hubo algunos productores que se quedaron sin nada de cosecha y eso puso en peligro su viabilidad. Lo mismo pasa en vacuno cuando decretan un vacío sanitario. Son muy pocas veces, pero si te toca y acabas de hacer una inversión importante en maquinaria te puede mandar a la ruina.

—¿Qué se puede asegurar con el seguro agrario?

—En estos momentos, toda la producción agraria, forestal y pesquera, esta última la referida a la acuicultura, tiene cobertura dentro del seguro agrario, que la protege frente a fenómenos climáticos y enfermedades. Prácticamente todos los riesgos inherentes y no controlados por el agricultor o ganadero están cubiertos. La gran ventaja de este sistema es que suscribes una póliza y sabes que estás cubierto.

—Y qué me dice de la fauna silvestre ¿son cada año mayores las indemnizaciones por este problema?

—Los daños que ocasiona la fauna silvestre entran en el seguro agrario. A los ganaderos, los ataques del lobo, del oso y de perros asilvestrados. A los agricultores, los daños del jabalí en los cultivos. Todos estos daños son cada vez más importantes y todos ellos están incluidos en la pólizas del seguro agrario. Venimos observando que, en los últimos años, los daños mayores los ocasiona el jabalí, donde cada vez tenemos que dar más indemnizaciones.

—Este seguro ¿supone un gran gasto para las explotaciones más pequeñas? ¿está pensando también los agricultores de fin de semana?

—El año pasado se hicieron 43.000 pólizas en Galicia. Eso implica que no solo hablamos de grandes explotaciones, sino también de las pequeñas. El coste al productor va en función del capital asegurado, cuanto más tiene más coste. Los que tienen en la agricultura una segunda actividad tienen también un riesgo, que pueden asumirlo, pero en el momento en el que haya siniestro será su financiación personal la que deba hacerle frente. De hecho, hay una gran parte de estos pequeños productores que sí están en el seguro agrario. Cada uno tiene que hacer sus números, pero nuestras encuestas dicen que el 87 % de nuestros asegurados volverían a contratar nuestros servicios y los recomendarían. Además, son subvencionados por la Administración. La Xunta lleva apostando de forma decidida por apoyar a los agricultores y ganaderos y cada año destina más presupuesto a estos seguros. Porque si está dando ayudas para que el sector se modernice y avance, se entendería mal que un revés climático ponga en riesgo toda esa inversión.