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En Couso van a sembrar agua

Monica Torres
mónica torres GONDOMAR/ LA VOZ

AGRICULTURA

cedida

Los comuneros construyen zanjas de infiltración para recolectar pluviales

19 nov 2022 . Actualizado a las 19:54 h.

Los comuneros de Couso, pioneros en cantidad de iniciativas y buenas prácticas que les han valido el reconocimiento hasta de la ONU, como ejemplo en el cuidado del entorno, dan ahora un paso al frente para cuidar los recursos hídricos. Su proyecto se llama Sementar en tempos de fartura y pretende aprovechar las escorrentías evitando que se pierdan para alimentar sus manantiales. Hablan de plantar agua, como hacían los pueblos quechuas y aimaras en los Andes porque van a acolchar el terreno con especies que permitan nitrogenar la tierra y reconducir las lluvias favoreciendo las escorrentías subterráneas, que son las que sirven para que los manantiales tengan agua. Es un método verde y eficiente frente a la sequía que consiste en recolectar e infiltrar o sembrar el agua de la lluvia y de escorrentía en el subsuelo para poder recuperarla o cosecharla después.

«Lanzamos un innovador plan para protexer e alimentar os acuíferos, combater o estrés hídrico que se sofre no verán e, para iso, temos programado sementar auga», explica el presidente de la comunidad de montes, Xosé Antón Araúxo.

El objetivo es evitar las escorrentías superficiales, que devuelven de inmediato en agua de las lluvias al mar y favoreciendo las subterráneas, que almacenan grandes volúmenes de este valioso bien.

La comunidad de montes de la parroquia gondomareña ya se ha puesto manos a la obra. Están haciendo unos canales, denominados Swais, sobre las curvas de nivel topográfico, que facilitarán la retención de las aguas, favorecerán las escorrentías subterráneas, evitando las superficiales y, además, preservarán las erosiones de tierra fértil por las fuertes pendientes que tienen los terrenos comunales. Estos mismos surcos tendrán un mayor porcentaje de humedad, lo que facilitará la colonización de multitud de hongos y bacterias potenciando una microbiología que multiplicará la fertilidad de las tierras tratadas y permitirá la aparición de una agricultura regenerativa.

 Después vendrá el acolchado agrícola o mulching, que es una técnica que consiste en cubrir el suelo con una capa protectora cuyo objetivo es el de defender los cultivos y el suelo de los agentes atmosférico. En Couso plantarán Serradela, trébol, rábano, mostaza o centeno, para fijar y aportar nitrógeno a la tierra.

Por último crearán un bosque comestible, que es un ecosistema de árboles y arbustos que proporcionen abundantes alimentos de forma sostenible. En Couso se plantarán «especies fixadoras de nitróxeno e máis de corenta especies froiteiras diferentes, que serán frondosas, non pirófilas e que recreen a paisaxe autóctona típica».

«Estas catro fases permitirán posuír acuíferos máis abundantes e copiosos durante todo o ano e, ao tempo, prover á parroquia dunha despensa natural e pública para fornecerse de froitas de tempada», indica Xosé Antón Araúxo. El presidente de los comuneros explica que un bosque mixto tiene como consecuencia una menor evapotranspiración, que es la cantidad de agua del suelo que vuelve a la atmósfera como consecuencia de la evaporación y de la transpiración de las plantas, «polo que tamén contribúe a preservar os espazos húmidos e os mananciais».

Los comuneros plantan cara así a la sequía, pero también tienen en marcha otro proyecto para combatir la inflación. Pretenden capear la crisis energética construyendo los primeros huertos solares del Miñor, con los que prevén que los vecinos se ahorren hasta un 30 % de los recibos de la luz. La idea es hacer una comunidad energética que posibilite el autoconsumo y ya cuentan con una gran cantidad de vecinos que quieren participar de esta innovadora iniciativa.