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Dificultades para encontrar mano de obra para recoger faba en Lourenzá

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

AGRICULTURA

Xaime Ramallal

En fechas cruciales para recoger "la joya gastronómica de A Mariña" no hay jornaleros

02 oct 2022 . Actualizado a las 18:44 h.

Algunos productores de faba de Lourenzá denuncian la falta de mano de obra para recoger el fruto en la campaña del 2022. «Non atopamos xente para recollela», afirma la productora más veterana de la IXP (Identificación Xeográfica Protexida) Faba de Lourenzá, Teresa Recalde, que hoy estará presente con sus productos en el mercado de la trigésimo Festa da Faba. Ella comenzó a cosechar hace cuarenta años en la pequeña explotación familiar, Fabas O Pontigo. Situado en la parroquia de Santo Tomé, el negocio es gestionado actualmente por su hija, que este año ha plantado cerca de cinco hectáreas de la preciada legumbre.

Según apunta Teresa, en esta ocasión les ha sido imposible encontrar personal que esté dispuesto a recolectarla en las fincas y prepararla para su venta posterior. «Non hai persoas aseguradas que veñan traballar, e sen seguro non poden estar», comenta Recalde, que considera que las ayudas de 400 euros que está promoviendo el Gobierno central están desincentivando a los trabajadores. Indica que si son contratados van a ser multados, al igual que los contratadores. «E iso fai que ninguén queira traballar», agrega.

Al igual que otros pequeños productores y empresarios de diversos sectores de A Mariña que este año también han tenido dificultades para encontrar mano de obra, considera que «moita xente amáñase con eses 400 euros» y recibe a mayores otro tipo de ayudas, por ejemplo, de alimentos. En su opinión, la Administración debería echar una mano a los pequeños productores del campo, donde el abandono y la despoblación se palpan. «Tíñannos que deixar vivir porque en pouco tempo non vai quedar ninguén», señala esta mujer, la única de las pioneras en impulsar la faba laurentina que sigue adelante. «Empezamos catro mulleres, pero dúas morreron e unha deixouno», comenta.

Xaime Ramallal

El kilo va de 12 a 14 euros, dos euros más que el año pasado por la subida de costes

El encarecimiento de carburantes como el gasoil o de materiales como la red y las estacas que se clavan en la tierra para guiar a las plantas han obligado a los productores de faba mariñanos a subir el precio del producto. Según detalló este viernes Teresa Recalde, la mayor productora de Lourenzá, este año el kilo de la legumbre oscila entre los 12 euros que cuesta sin embolsar y los 14 que cuesta embolsada. En el 2021, el kilo valía dos euros menos (a 10 euros cotizó el fruto sin embolsar y a 12 el embolsado). La fresca se vende a 10. «Todo subiu e a faba tamén tivo que subir», comenta la mujer, cuya explotación envía durante todo el año miles de kilogramos a negocios hosteleros y particulares de todo el país. En la Festa da Faba también venderá.

«Moita planta manchada»

Con todo, señala que este año no ha sido un año especialmente productivo. «Non houbo inverno e tampouco verán, é hai moita planta manchada», explica.

Tribuna: Un mal común

En verano fueron los hosteleros, que se quejaban de la falta de camareros para trabajar. Entrado el otoño, la queja se traslada al campo, donde los productores de faba de Lourenzá no encuentran jornaleros para recolectar un fruto que es perecedero. El mal es común y puede que el origen sea similar. Trabajos hay, dicen muchos, pero falta gente dispuesta a hacerlos. Puede que la temporalidad y las ayudas de 400 euros formen un caldo perfecto para que el mercado laboral viva este momento convulso.