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Drones para hacer menos dura una viticultura amenazada por la falta de mano de obra

Luis Díaz
luis díaz MONFORTE / LA VOZ

AGRICULTURA

Un dron utilizado en las pruebas que se llevaron a cabo en Regina Viarum
Un dron utilizado en las pruebas que se llevaron a cabo en Regina Viarum CEDIDA

Unas jornadas técnicas abordarán en Monforte la aplicación de tratamientos aéreos para mejorar la sanidad vegetal

20 sep 2022 . Actualizado a las 19:50 h.

El empleo de drones se abre paso poco a poco en los viñedos gallegos de la mano de algunas bodegas punteras. En la Ribeira Sacra, su introducción puede marcar un antes y un después. No solo por las condiciones extremas de la viticultura y el consiguiente encarecimiento de costes, sino también por la ausencia de mano de obra como consecuencia del envejecimiento poblacional. «Na ribeira non hai xente, é o gran problema co que nos enfrontamos», apuntaba el pasado fin de semana uno de los bodegueros en la Festa da Vendima do Saviñao.

Los datos que baraja el consejo regulador ponen de relieve que la media de edad de los 2.291 viticultores inscritos está por encima de los 65 años. Así las cosas, hay bodegas que han decidido curarse en salud. Regina Viarum, perteneciente al grupo HGA, comenzó este verano a realizar pruebas con la utilización de drones para la aplicación de tratamientos fitosanitarios en los viñedos en bancales anexos a sus instalaciones en Doade. En sintonía con el interés del sector por la denominada «viticultura de precisión», la Consellería de Medio Rural está organizando jornadas en diferentes puntos de Galicia sobre el empleo de drones en sanidad vegetal.

Eficacia de los tratamientos

La próxima semana está previsto que se desarrollen en el Centro de Formación e Experimentación Agroforestal de Monforte cuatro jornadas sobre esta temática enfocadas preferentemente a jóvenes agricultores. El programa se desenvolverá entre los días 27 y 30 de septiembre en sesiones matinales en las que se combinarán aspectos teóricos y prácticos. Las jornadas concluirán, según avanza la consellería, «cunha demostración atendendo á preparación de equipos, ao voo e á comprobación de eficiencia no tratamento». El centro dispone para ello de parcelas experimentales de distintos cultivos.

Las jornadas están orientadas a la aplicación de tratamientos aéreos con drones en sanidad vegetal en todo tipo de producción agraria. Por las peculiaridades del cultivo, la superficie que ocupa en la Ribeira Sacra y su peso en la economía de la zona, el empleo de medio aéreos tiene una especial importancia para el sector vitícola. Regina Viarum no es la única bodega en la que se realizaron pruebas. Abadía da Cova también participó en una investigación con drones para evaluar la eficiencia energética de sus instalaciones en A Cova, en el municipio de O Saviñao.

En Rías Baixas, la bodega Martín Códax ya echa mano desde hace tiempo de los drones para captar imágenes de las vides que permiten saber cuándo hay que aplicar un determinado tratamiento fitosanitario o el momento de maduración idóneo de la uva para la vendimia.