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Cómo la compra pública de producto ecológico puede ayudar al medio rural

Maruxa Alfonso Laya
maruxa alfonso REDACCION

AGRICULTURA

ANGEL MANSO

Europa sostiene que en un radio de entre 20 y 30 kilómetros alrededor de las ciudades que realizan estas prácticas se asientan nuevos productores

29 ago 2022 . Actualizado a las 10:09 h.

El Pacto Verde Europeo establece que, en el 2030, el 25 % de la superficie agrícola de la Unión Europea debe ser ecológica. Y aunque España se sitúa entre los países mejor posicionados para conseguir este objetivo, las cifras no son iguales en todas las comunidades autónomas. Curiosamente son las de la cornisa cantábrica, Galicia incluida, las que se encuentran en peor posición de partida. ¿Qué se puede hacer para mejorar esta situación? Pues una de las medida que proponen desde Europa es aumentar la compra pública de alimentos ecológicos. Está demostrado, añaden, que allí donde se realiza esta práctica, en un radio de entre 20 y 30 kilómetros, comienzan a asentarse nuevos productores para abastecer a los comedores públicos.

En la Unión Europea insisten en que los agricultores se encuentran ante una oportunidad única para dar el paso y cambiar de sistema productivo por uno más respetuoso con el medio ambiente. Porque este es un sector que se encuentra en pleno crecimiento y, en muchos países europeos, el gasto en producto ecológico está creciendo a pasos agigantados. En Dinamarca el gasto medio en producto ecológico por persona ronda los 344 euros, mientras que en Francia es de 173 euros. La media europea está mucho más baja, pero ha pasado de los 84 euros en el 2019 a los 102 en el 2020. Al mismo tiempo, desde Europa recuerdan las importantes inversiones que hay previstas para promocionar los cultivos y productos en ecológico. Empezando por las propuestas de la nueva PAC, con los ecorregímenes que premian las prácticas ecológicas, y pasando por el programa Horizonte Europa, que prevé destinar un 30 % del presupuesto para investigación sobre agricultura, silvicultura y zonas rurales a temas específicos para el sector ecológico.

Pero en la Unión Europea también son muy conscientes de que, para conseguir una mayor producción ecológica es necesario primero impulsar la demanda, y por ello apuestan por medidas como aumentar las compras públicas de este tipo de alimentos. Comedores públicos de colegios, hospitales y residencias, entre otros muchos, deben apostar por incluir estos productos en sus menús, aseguran. «Si tu compras producto ecológico en las ciudades, alrededor de ellas se creará toda una red de suministradores», explican desde la Comisión Europea. Sostienen que este sistema está funcionando muy bien en otros países y que se ha convertido, además, en un arma contra la despoblación. Porque alrededor de donde se realizan esas compras públicas se crea todo un arco de productores para abastecerlas. «París compra producto ecológico desde hace años y el radio de acción de esta medida es ya de 300 kilómetros. Ahí se han establecido una serie de negocios y productores para dar de comer a los parisinos», añaden. En zonas más pequeñas, está comprobado que la influencia de estas compras públicas se puede sentir en un radio de entre 20 y 30 kilómetros alrededor de la ciudad.

Combatir el fraude

Otro de los objetivos que se ha marcado la Comisión es darle la seguridad al consumidor de que los productos son realmente ecológicos y cumplen con todo lo que acredita la marca de calidad que los identifica. Según los datos que maneja Europa, el 62 % de los ciudadanos de la Unión ya identifica el logo de producto ecológico, una cifra que en España se queda en el 44 %. Ser identificados con esa marca de calidad, «supondrá jugar en la Champions porque en España tenemos 80 millones de turistas y a ellos les gusta consumir productos ecológicos», explican en Europa. Así que uno de los objetivos de sus campañas será el de seguir dando a conocer el logo, para que cada vez más gente lo identifique. Esta medida permitirá, de paso, combatir el fraude que en ocasiones rodea a este tipo de productos, pues a veces venden como sostenibles alimentos que no tienen ninguna entidad que así lo acredite.

Más de 50 millones de euros para dar a conocer estos alimentos entre los consumidores

Desde la Unión Europea insisten en el esfuerzo económico que se realizará en los próximos años para fomentar el cultivo y el consumo de productos ecológicos. De hecho, está previsto que se inviertan más de 50 millones de euros en dar a conocer los productos ecológicos entre los consumidores y en estimular su demanda. Para ello, se intensificará la promoción de estos alimentos en determinados mercados en expansión en terceros países y se sensibilizará a los productores ecológicos sobre las oportunidades que puede suponer la exportación.

Otra de las acciones que está prevista por la Comisión europea es la de estimular la visibilidad del sector mediante premios europeos, que ya han sido convocados y cuyo fallo se dará a conocer a finales de septiembre. Fomentar la compra de estos productos en los comedores públicos es otra de las iniciativas que contará con el respaldo de la Comisión.

Porque lo que tiene claro Europa es que aumentar la producción ecológica tendrá otras muchas ventajas en el medio rural. Solo hay que tener en cuenta tres datos. El primero, que en agricultura ecológica la mayoría de los productores son mujeres. El segundo, que es también donde se concentra la población más joven y, el tercero, que es donde hay más innovación. De esta forma, además de frenar el abandono de las zonas rurales, este tipo de cultivos ayudarán a incorporar a las mujeres al campo y llevarán la digitalización y la innovación a las zonas más rurales.

Come Local, el programa de Medio Rural y Slow Food Compostela

Hace ya tres años que la Consellería do Medio Rural puso en marcha el programa Come Local en colaboración con la asociación Slow Food Compostela. El objetivo de esta iniciativa es el de promocionar el producto de proximidad gallego, así como ampliar la red de comedores escolares que empleen productos con certificados de calidad de denominación de origen, indicación geográfica o ecológica. Todo, en línea con la estrategia europea De la granja a la mesa.

Slow Food Compostela es una asociación que ya trabajaba creando redes de productores ecológicos para abastecer a los mercados. «El problema que tienen los pequeños productores es que no tienen capacidad para abastecer a grandes consumidores, como los comedores», cuenta Rocío Garcia, responsable de esta entidad. Por su parte, muchos comedores creen que ese tipo de productos se escapa de sus presupuestos, añade García. La puesta en marcha del programa Come Local ha permitido solventar todos estos problemas. «Hay proveedores que han dejado de trabajar varios productos para centrarse en uno y poder trabajar así para los comedores», explica. Estos, por su parte, se han dado cuenta de que, tratando directamente con los productores, pueden conseguir productos de mucha calidad a buen precio. «En cuanto se dan cuenta de que el producto les entra por precio ya no se lo piensan porque la calidad es totalmente diferente», asegura la responsable de Slow Food. Es el caso del pollo ecológico, explica, todos los comedores que han empezado a utilizar este producto ya no quieren ni oír hablar del convencional.

Come Local está siendo todo un éxito, afirma García, y así lo avalan los resultados de las encuestas que realizan en los comedores escolares para conocer cómo de satisfechos se encuentran con los productos abastecidos. Además de alimentos ecológicos, este programa fomenta también la compra de productos con denominación de origen e IXP, dando a conocer así la calidad de los productos que amparan estas marcas.

Según los datos de Medio Rural, en este proyecto educativo han participado un total de 24 comedores de toda Galicia, la mayoría, ubicados en las inmediaciones de Santiago. La novedad de este año es que se incorporaron los centros de FP agrónoma vinculados con la Consellería de Medio Rural. En sus tres años de existencia, este programa permitió que diez colegios compraran pollo ecológico, cinco fruta, 16 leche, cuatro yogures, otros tantos carne de ternera y uno más verduras ecológicas, llegando en total a 3.700 usuarios.