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Galicia Verde lanza un proyecto para recuperar la alimentación saludable

Rocío García Martínez
rocío garcía A ESTRADA / LA VOZ

AGRICULTURA

miguel souto

Intentará crear cinturones de producción y distribución de proximidad

14 ago 2022 . Actualizado a las 12:49 h.

Decía un filósofo alemán que somos lo que comemos. En la Fundación Galicia Verde de Forcarei se lo discuten. «No somos lo que comemos, sino lo que digerimos», sentencian. Para disfrutar de una buena salud se necesita una nutrición correcta y esto implica no solo ingerir las cantidades necesarias, sino, sobre todo, con la calidad adecuada para conseguir todos lo nutrientes que el cuerpo necesita. El problema es que hace mucho tiempo que no sabemos lo que comemos ni mucho menos lo que digerimos.

Los tomates del súper no saben a nada, las frutas llegan a la mesa mareadas de cruzar el Atlántico y hasta la huerta de casa es menos sana y sabrosa que antaño por la manipulación de las semillas que se compran.

Para todos esos males, la Fundación Galicia Verde tiene una solución que además ayudaría a frenar el cambio climático. La entidad tiene su sede en Levoso, en la parroquia de Quintillán (Forcarei). Desde allí lleva años luchando por la recuperación de las semillas autóctonas como garantía de calidad y soberanía alimentaria y desde allí acaba de lanzar un proyecto denominado Corredores Verdes.

Según explica Mabel Rivera, que junto a Enrique Banet lucha por convertir la utopía en realidad, los corredores serían cinturones en torno a pueblos y ciudades en donde se incentivaría la producción de alimentos de alta calidad en base a semillas autóctonas y se promovería el consumo de proximidad de esos productos, eliminando los perjuicios de su transporte y garantizando el abastecimiento.

Para la Fundación Galicia Verde el concepto de agricultura ecológica no es suficiente. De poco vale producir de una forma ecológica si se olvida el germen de todo: la semilla. Según la Fundación Galicia Verde, cerca del 90 % de la agricultura ecológica en España utiliza semillas híbridas. Esto conlleva una degradación de la calidad de los alimentos, ya que las semillas manipuladas genéticamente producen una mayor cantidad de alimentos pero con menos nutrientes.

Su propuesta es promover la producción de alimentos con semillas autóctonas y la reproducción de estas para que puedan ser utilizadas cada vez por un mayor número de agricultores. Está en la línea de lo que lleva siendo la actividad de la entidad desde sus orígenes. Galicia Verde ha activado una feria de semillas y plantón ecológico y ha creado un banco de semillas que custodia más de cincuenta variedades autóctonas.

El proyecto de Corredores Verdes contempla la formación de los agricultores y el desarrollo de campañas de concienciación entre los consumidores para que exijan productos de calidad.

En busca de financiación

La iniciativa se encuentra en fase de presentación pública, en busca de mecanismos que ayuden a desarrollarla. La Fundación Galicia Verde está contactando con grupos de personas interesadas en trabajar en ecoagricultura y con grupos de personas que demandan alimentos de proximidad. Por otra parte, está buscando apoyo institucional y financiación, fundamentalmente europea.

Desde finales del 2021, la Fundación Galicia Verde ha establecido contacto directo con varios concellos, como los de A Coruña, Pobra de Brollón, Gondomar, Nigrán, Teo o Lalín. También ha habido reuniones con asociaciones de vecinos, comunidades de montes —en Couso-Gondomar o Vilagarcía— y grupos de consumidores de Monforte, Sarria, Teo, Couso, Nigrán o Compostela. La acogida ha sido interesante, pero hay que seguir trabajando en esta materia.

Asimismo, Enrique Banet lleva dos años impartiendo cursos relacionados con estas cuestiones en zonas del Bierzo, a través de la UNED y financiados con fondos europeos. En Galicia se está trabajando en la misma dirección a través de agencias que se dedican a captar ese tipo de fondos.