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El cultivo de la colza se implanta en la comarca de Ferrol

AGRICULTURA

Sembrado de colza en Lago, al borde de la carretera de Ferrol a Valdoviño
Sembrado de colza en Lago, al borde de la carretera de Ferrol a Valdoviño C.L.

Un ganadero de Bardaos cosecha este año en Valdoviño 10 hectáreas de esta herbácea

05 may 2022 . Actualizado a las 09:51 h.

La colza es una planta herbácea anual de la familia de las crucíferas que tiene múltiples propiedades y una variada gama de usos. De ella se puede extraer aceite y también se utiliza para la fabricación de biodiésel y piensos para el ganado, pero además resulta muy adecuada en la rotación de cultivos porque aporta nitrógeno a la tierra, favoreciendo su productividad.

Este cultivo estuvo muy denostado en los años ochenta del pasado siglo, a raíz de una gran crisis alimentaria que se vivió en España por un aceite de colza desnaturalizado que se vendió masivamente de forma ambulante como si fuese oliva, cuando en realidad estaba destinado a la industria. Murieron unas 4.000 personas y otras 25.000 padecieron secuelas muy graves. Pero el cultivo se fue recuperando poco a poco y en los últimos años se duplicó la producción, sobre todo en Castilla y León.

En Galicia hay plantaciones en la zona de Bergantiños y este año comenzaron a verse también grandes fincas cubiertas de flores amarillas en la comarca de Ferrol, que llaman la atención, por tratarse de un cultivo bastante desconocido.

El introductor de la colza en esta zona es Eliseo Cibreiro Paz, el titular de una granja ubicada en Bardaos (San Sadurniño) con 400 cabezas de ganado, 165 de las cuales son vacas destinadas al ordeño. Hace un par de años comenzó a experimentar con la colza para preparar las fincas en las que después siembre el maíz destinado al forraje de las reses. Y es que, según explica este ganadero, la colza utilizada como materia orgánica aporta nitrógeno a la tierra e incrementa la productividad de otros cultivos, en su caso el maíz, mientras que si se deja libre entre una cosecha y la siguiente la tierra se «desnaturaliza».

«Alfombras amarillas»

Los buenos resultados de esos experimentos de los dos últimos años han sido los responsables de que esta primavera las alfombras amarillas se hiciesen más grandes y visibles, en fincas de considerables dimensiones situadas en Lago, al borde de la carretera de Ferrol a Valdoviño por Meirás, y en otros puntos de esta misma parroquia, así como en la de San Bartolo, también en el municipio valdoviñés. En total, suman algo más de diez hectáreas.

Cuando llega el momento de la recolección, una vez que las flores dejan paso a las semillas, el procedimiento que utiliza Eliseo es triturar las plantas, que quedan en la tierra como abono.

Pero este año, el ganadero de Bardaos no utilizará toda la cosecha de colza como materia orgánica, sino que tiene previsto reservar las fincas de Lago como simiente para el próximo año. «Antes a semilla de colza era máis barata e resultaba asequible, pero agora subiu unha barbaridade, ata o punto de que se duplicou o prezo, por iso decidín facerme con ela nas miñas propias plantacións», explica.

De momento no tiene previsto utilizar la colza como forraje, porque, según indica, «tería que mezclala con raigrás —outro tipo de herba— e non temos terreos suficientes».

Aprovechamiento de la tierra

Además de sus propiedades particulares, este ganadero asentado en Bardaos explota desde años hace grandes fincas en parroquias de Narón, San Sadurniño y Valdoviño en las que se realizó la concentración parcelaria y que le son cedidas por los dueños para cultivar maíz, destinado a forraje. Se trata de una modalidad que también tienen implantada otros titulares de granjas de la zona, que resulta muy efectiva para que los terrenos no se queden en baldío, ya que las pequeñas ganaderías familiares han desaparecido y ya casi nadie cultiva la tierra.