Patrocinado porPatrocinado por

El aceite de girasol ya se vende casi al precio del de oliva, y lo superará pronto

Sara Cabrero
S. Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

El litro de este producto ya roza los tres euros en muchos supermercados

10 mar 2022 . Actualizado a las 14:43 h.

Comenzó con un racionamiento de la venta de aceite de girasol en los supermercados y la situación no ha tardado en tornar en algo más preocupante: muchos establecimientos lucen ya estanterías completamente vacías. Y, claro, ha entrado en juego uno de los principios básicos del libre mercado: a mayor demanda, más precio. Desde que la guerra cerró los puertos del mar Negro, interrumpiendo la exportación de cereales o de aceite de girasol, los consumidores han hecho acopio de producto, arrastrando consigo a los precios, que se han disparado. De hecho, algunas voces del sector ya alertan de que en las próximas semanas el importe a pagar por un litro de girasol superará incluso al de algunas botellas de oliva.

La espiral alcista apunta en esta dirección. En algunos supermercados de A Estrada, por ejemplo, el coste se ha disparado en varios supermercados y la garrafa de cinco litros ha pasado de 3,5 euros a más de siete. En algunos, incluso se llega a pagar a 12. Una cifra que también se podía encontrar ayer en algunos supermercados de Ourense, donde el desabastecimiento de aceite de girasol es ya una evidencia. En Ferrol los números también asustan: hay tiendas que cobran el litro a 2,99, frente a los 3,65 a los que se comercializan algunas marcas del de oliva. La diferencia entre uno y otro se va estrechando con el paso de los días, mientras que en lugares como Lalín, A Coruña o Ribeira las estanterías vacías son ya una escena habitual en todos los súper.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) han lanzado estos días una advertencia a los consumidores que han optado por comprar de forma compulsiva este oro líquido. Explican que, actualmente, no debería existir una escasez de producto, ya que el que se vende ahora procede de la cosecha del pasado verano (antes de que estallara el conflicto). Y hasta la próxima campaña, añaden, hay cierto margen de maniobra para impulsar la producción nacional o la comercialización de otros aceites vegetales asequibles como el de soja, el de colza o el de orujo. Eso sí, si los ciudadanos insisten en el acopio es muy probable que los precios sigan subiendo en las próximas semanas.

Sectores en riesgo

Pero no son solo los consumidores particulares los que sufren la escasez —y encarecimiento— de este artículo. A su alrededor pivotan un gran número de sectores que ven peligrar sus producciones. «El aceite de girasol está presente como ingrediente en conservas, salsas, platos preparados, aperitivos, coberturas o mezclas para panadería y repostería, entre otros muchos», explican desde la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB). Según las cifras que manejan estos expertos, Ucrania y Rusia, con una cuota de producción de aceite de girasol del 38 y el 31 %, respectivamente, son los dos principales fabricantes a nivel mundial. Ambos territorios soportan el 83 % del comercio internacional de esta materia prima, cifras que evidencian la gran dependencia con respecto a estos mercados: «En el caso particular de España, las importaciones de aceite de girasol totales alcanzan los 615,63 millones de euros, de los cuales los envíos desde Ucrania suponen 422,05 millones. Es decir, el 68,6 % del total de las importaciones que realiza España de esta materia prima proceden de este país en conflicto», resumen. Y ya hay empresas que se han visto abocadas a empezar a plantearse tomar medidas contundentes. Es el caso de la multinacional General Mills, que fabrica en Navarra la mayor parte de las tortillas de la marca Old El Paso que se comercializan en Europa. Tal y como explican desde la empresa, en caso de que se produzca un desabastecimiento a largo plazo de aceite, se plantean aplicar un ERTE a sus trabajadores. Eso sí, sostienen que sería una solución que tomarían en última instancia. De hecho, los responsables ya se encuentran en la actualidad buscando alternativas.

Desde el sector de la hostelería aseguran que, con este desabastecimiento, «llueve sobre mojado». Pero, tal y como explica el presidente de la Asociación provincial de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, a pesar de ser preocupante la escasez de aceite de girasol, en el sector ven con mayor temor otras cuestiones como la subida del precio de la luz: «Existen otros aceites que pueden sustituir al de girasol en nuestros establecimientos, como el de orujo», resume. 

No podrán fabricar

Un poco más difícil lo tienen otros negocios como las pastelerías o las churrerías. Los artesanos de estos dos sectores ya advierten de que en el mejor de los casos tendrán que subir los precios de sus productos. En el peor, directamente no los podrán ni fabricar.

También lo tienen complicado quienes se dedican a la producción de patatas fritas y todo tipo de aperitivos, que ya trabajan para encontrar alternativas seguras: «El sabor y la seguridad y calidad guiarán cualquier decisión que adoptemos los productores de aperitivos a la hora de buscar alternativas», explican para, a renglón seguido, añadir que desde las asociaciones ya trabajan en la búsqueda de mecanismos temporales para atenuar el impacto del desabastecimiento.

Información elaborada con la aportación de las delegaciones de La Voz de Galicia.