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La guerra de Ucrania rompe el mercado de cereales

María Cedrón REDACCIÓN

AGRICULTURA

Imagen de un campo de trigo en Zhovtneve, en Ucrania
Imagen de un campo de trigo en Zhovtneve, en Ucrania Valentyn Ogirenko

La cotización del trigo y del maíz quedó suspendida en el mercado nocturno de Chicago al alcanzar el límite de subida, reanudándose la del maíz esta tarde. El Matiz de París ha cerrado el día con una subida de 28,75 euros por tonelada para el trigo, mientras que el maíz subió 12,5 euros la tonelada

16 oct 2022 . Actualizado a las 17:35 h.

Ucrania es el granero de Europa. El año pasado aumentó su producción de cereales en un 32% hasta alcanzar los 85,7 millones de toneladas. Esos datos son razón suficiente para explicar por qué el ataque ruso a este país ubicado en las costas del Mar Negro ha roto el mercado de cereales. «Se acabó la incertidumbre de los últimos días, ahora el mercado está roto», apuntó esta mañana el presidente de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleoginosas (Accoe), Marcos Martínez. En el mercado nocturno de Chicago, por ejemplo, la cotización del trigo y del maíz quedó suspendida tras alcanzar ambos cereales su límite de subida: 35 céntimos por bushel (25,4 kilos) en el caso del maíz, mientras que en el del trigo el límite alcanzado fue de 50 céntimos por bushel (27,2 kilos). Pero a las 19 horas en España, tras abrir el mercado diurno en la bolsa de Illinois, el trigo sigue rozando el límite al alza y, por lo tanto, su cotización continúa suspendida. En cambio, en el caso del maíz, la subida se ha moderado, comenzando la mañana en Estados Unidos con un incremento de entre 15 y 20 centavos el bushel. 

Al mismo tiempo, en el mercado de futuros de Euronext (Matiz) de París, el referente para España, la cotización de trigo y maíz estaba subiendo esta mañana 33 euros por tonelada. Por la tarde, con el mercado ya cerrado, el trigo ha subido 28,75 euros tonelada, mientras que el maíz ha incrementado su precio en 12,5 euros la tonelada. Estas cotizaciones son para el futuro de marzo. 

La cuestión es que, como explica Marcos Martínez, no se sabe qué va a ocurrir ahora, una vez se restablezcan los mercados: «Desconocemos a dónde van a llegar los precios de estas materias primas», ha dicho esta mañana. Y lo peor es que el mercado de cereales va a moverse ahora al ritmo que marquen las noticias de guerra que vayan emanando de los distintos bandos en contienda. «Esta mañana había un teletipo que hablaba de que los puertos ucranianos estaban funcionando con normalidad, pero estaba fechado en Moscú, entonces no puedes saber qué es verdad o no. Porque, sin embargo, desde el lado ucraniano por la tarde han notificado que los puertos estaban cerrados, tanto para el tráfico de mercancías como de personas», apunta Martínez.

El puerto coruñés de Punta Langosteira, por ejemplo, espera la entrada de un buque con trigo ucraniano para la semana que viene. Lo que no se sabe ahora es cuando llegará, en el caso de que lo haga. La cuestión es que España es deficitaria en maíz. De hecho, compra a Ucrania entre un 28 y un 30 % del que precisa para alimentación animal. En cuanto al trigo, Ucrania es el quinto mayor comercializador mundial, un ránking liderado por los rusos. En el caso de que los puertos queden bloqueados (esta mañana alguna información hablaba ya de que los rusos estaban atacando el puerto de Odesa), aumentará la dependencia de las producciones de cereal de Sudamérica que llegan a los puertos españoles, una cosecha que aún no ha comenzado. 

Ahora hay que estar pendientes de las sanciones comerciales que implemente la Unión Europea y que probablemente provoquen que se prohíba la importación desde Rusia de materias primas. De hecho, desde que se han impuesto aranceles a las exportaciones rusas, no resulta competitivo traer trigo a la UE. Es competitivo importarlo de Ucrania, Rumanía o Bulgaria.