¿Por qué los productos de kilómetro cero deben entrar en las aulas?
AGRICULTURA
El uso de alimentos cultivados en el entorno cercano de los comedores escolares ayuda al desarrollo rural y contribuye a un modelo de agricultura sostenible que busca la nueva PAC
10 may 2023 . Actualizado a las 16:38 h.Hace unos años la Reserva de la Biosfera Mariñas Coruñesas-Terras do Mandeo comenzó a cocinar un proyecto en el que aprovechar los productos locales cultivados en la reserva para mejorar la alimentación de los comedores escolares de su entorno. Hasta han elaborado calendarios con las frutas o verduras propias de cada estación. Su idea, aunque no lo sabían, cumple con las directrices de la estrategia De la granja a la Mesa. Los escolares saben perfectamente donde se producen los alimentos que tienen en el plato.
Porque EcoComedores de la Biosfera es una herramienta que busca un cambio social animando al consumo de productos ecológicos y de cercanía en los centros escolares. Tanto la Reserva de la Biosfera como el Grupo de Desenvolvemento Rural (GDR) de la zona han promovido el emprendimiento y la formación entre los actores que conforman el sector primario para consolidar ese maridaje de los centros escolares con los productores ecológicos de proximidad.
De hecho, como explica el secretario del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia, Javier García Lozano, además de enseñar a los niños a comer sano y a elegir alimentos saludables, esos productos «teñen que usarse tamén nos menús». De ese modo, logrará avanzarse con mayor rapidez hacia el objetivo de que en el horizonte del 2030 un 25 % de las tierras agrarias de la UE estén dedicadas a producciones ecológicas, un reto que solo se logrará fomentando el consumo de esos alimentos. Todo encaminado a lograr los objetivos de sostenibilidad que marca la nueva política agraria común (PAC).
La idea de la Reserva de la Biosfera floreció y, poco a poco, ha ido extendiéndose a más centros. Grupos de Desarrollo Local de otras partes de Galicia como en la Costa da Morte también han tratado de introducir los productos de cercanía en los comedores. Las ventajas de usarlos está de sobra probada. ¿Por qué? Porque se reduce la huella de carbono, debido a que los proveedores tienen sus granjas en el entorno cercano; ayudan a asentar población en el medio rural porque crean una red económica que se sostiene con unos clientes fijos que son los centros escolares; pero además fomentan unos hábitos alimentarios saludables. No solo en la escuela, también en los hogares.
Por no hablar de que ayudan a mostrar y valorizar el trabajo en el campo. E incluso a ver la importancia que tiene proteger al sector primario para garantizar el abastecimiento de alimentos en tiempos complicados. Pero además, como explica Luis García, director de la EFA de Fonteboa, en Coristanco, «desde el punto de vista didáctico resulta indispensable que los centros educativos se abran al entorno porque muchas veces hay un desconocimiento de eso que tienen cerca». Es la forma de valorar lo que hacen esos agricultores o ganaderos.