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La bióloga que mima a las abejas: «La apicultura es ganadería»

Bibiana Villaverde
bibiana villaverde VIGO / LA VOZ

AGRICULTURA

XOAN CARLOS GIL

La miel de Eva Seijo ha conseguido el premio platino en Londres. Además de cuidar las colmenas, alimenta a estos insectos cuando aumenta la presión de las velutinas

02 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Las abejas que producen para Mieles JS tienen una dieta sofisticada, se puede decir que comen casi a la carta. La encargada de cuidar su alimentación es Eva Seijo (Vigo, 1979), bióloga de formación y apicultora de profesión, que no se resigna a que las velutinas acaben con las colmenas y condenen a las abejas. «Cuando las avispas asiáticas presionan e impiden a las abejas salir, les hacemos una torta, muy densa y espesa. Las abejas recolectan néctar que es polisacárido, son hidratos, pero también recolectan polen. Si le suministramos solo la miel que producen, solo le damos carbohidratos pero no proteína». Para compensar ese nutriente, Seijo suplementa a las colmenas con esta torta con polen, «a veces lo tenemos de cuando lo han recolectado y otras veces buscamos suplementos para poder imitar el polen de la naturaleza, basándonos en productos autorizados para alimentación animal».

La receta va cambiando dependiendo del aporte de agua que necesitan las abejas. «No hay que olvidar que la apicultura es ganadería, tenemos abejas pero producimos un alimento que es para las personas», explica Seijo. «A cualquier otra ganadería le hacemos un análisis de sangre y sabemos lo que necesita, pero a una abeja no, tienes que ir ajustando, observando, viendo cómo responde... Nos da mucho trabajo». Aplicando este método, esta bióloga ha logrado que sus colonias no mermen en otoño e invierno y que, cuando llegue la primavera, los insectos estén en condiciones de poder arrancar la producción. «Nuestras abejas no disminuyen porque las cuidamos mucho. Vivimos de la miel pero queremos a las abejas. Ver como las avispas las atacan es frustrante».

Seijo es de las pocas apicultoras que hay en Galicia; «poco a poco somos más mujeres, en los congresos vamos viendo como cada vez se suma alguna más». Su formación como bióloga es un plus para un oficio tradicional que pasa, muchas veces, de generación en generación. También fue así en su caso. Desde niña, creció entre abejas; su abuelo ya producía miel en la parroquia viguesa de Bembrive donde está ubicada la empresa Mieles JS, que fundó su padre. Ahora ella y su hermano Javier, ingeniero químico, son quienes se han hecho cargo del negocio familiar y lo han convertido en su oficio. «Incorporamos nuestros conocimientos científicos en lo que tiene que ver con la calidad de la miel. En cuanto al conocimiento de abejas el que más sabe es mi padre, pero nosotros trabajamos para buscar una miel de mayor calidad, que tenga los parámetros controlados, seleccionando mieles monoflorales o conseguir tener las cuatro variedades que se dan en Galicia».

 Oro parece, platino es

El manejo de las colmenas es uno de los aspectos que más cuidan en esta empresa que pertenece a la denominación de origen Indicación Xeográfica Protexida Mel de Galicia y que este año ha conseguido hacerse con el máximo galardón en la London Honey Awards. El oro líquido de Mieles JS ha conseguido el premio de platino. «Lo importante para ubicar las colmenas es que les dé el sol a primera hora de la mañana, y que no azote el viento. El sol le da una señal a las abejas para que empiecen a trabajar». Explica Eva Seijo que en Galicia hay infinidad de opciones para instalar las colmenas porque siempre hay flora cerca que los insectos pueden aprovechar, pero en la empresa estudian con detenimiento las posibles ubicaciones porque «eso determina una buena cosecha». Sus colmenas están en plantaciones de kiwi de O Baixo Miño y en el interior de Ourense y Lugo.

Otra de las claves para una miel de calidad es hacer la extracción en frío. «Antes, la tendencia era calentar la miel pero eso rompe la estructura de los azúcares. Tras calentarla, la miel ya no cristaliza pero eso le hace perder propiedades porque cuando le aplicas calor pierdes el componente enzimático de la miel. El consumidor tiene que saber que es normal que la miel cristalice, eso no significa que se le haya administrado azúcar, es una consecuencia de extraer en frío». La extracción y el filtrado doble son los procesos previos al envasado y la comercialización, tareas que también dependen de la familia.

«Nosotros consumimos miel a diario, la utilizamos como mascarilla para el pelo y también para quemaduras, por su poder bactericida». Múltiples usos de un producto que, en Galicia, se comercializa sobre diez euros el kilo. «El precio ha subido mucho estos últimos años por su escasez y su alta demanda, pero aun así es barata para todo lo que nos aporta». Y más si tenemos en cuenta el precio que alcanza en otras latitudes como en Turquía donde un kilo de miel de Elvish, producida en cuevas, cuesta 5.000 euros.

 Su canción favorita

«Hoy toca ser feliz» de Mägo de Oz «Es una canción que me ayudó mucho. Por desgracia mi madre falleció, hace ya algunos años, y a ella también le gustaba mucho. Mi madre fue la primera mujer apicultora de la familia. Esta canción nos dio ánimos, porque todo pasa y, al final, puedes llegar a ser feliz».