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Corón da nombre a la verdura gallega

Bea Costa
bea costa REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

MONICA IRAGO

De este lugar de Vilanova salían los agricultores para vender sus repollos en los mercados y allí acudían los transportistas a buscar el género, de modo que el topónimo se convirtió en marca de la casa

09 sep 2021 . Actualizado a las 09:58 h.

Corón es un lugar de Vilanova que ha traspasado fronteras, no por una fiesta, un suceso truculento o ser cuna de un famoso. La fama, buena fama, le viene de la verdura que se cultiva en sus leiras, hasta el punto de darle nombre al conocido como repollo de Corón. O Salnés es tierra fecunda para este cultivo, pero ni mucho menos tiene la exclusiva. De hecho, esta legumbre se planta por toda Galicia y se da también en latitudes tan dispares como Valencia y Madrid. La verdura gallega pide paso codeándose con otras variedades más comerciales como la Lorena, la col Savoy o la verdura redonda rizada.

De Casa Marcelino (Vilanova) salen cada año miles de plantas destinadas al cultivo, a gran escala, para agricultores que trabajan en mercados de proximidad e incluso para el autoconsumo. Esta última modalidad gana cada vez más adeptos, según explica Dori González Ozores, la responsable del vivero. Sea por que ahora se valora más el producto ecológico y autóctono, sea por el cambio de hábitos derivados de la pandemia, el caso es que abundan los urbanitas que se montan un huerto para llenar la nevera de alimentos abonados y regados por ellos mismos.

Dicen los que saben que el repollo de Corón es el más rico, «aínda que se desfaga máis á hora de cociñalo», explica Rosa Alonso Tourís, que tiene puesto en los mercados de Vilagarcía, Moaña y Ponte Caldelas. Empezó a despachar tomates, cebollas y lechugas a los ocho años, acompañando a su madre, que a su vez heredó el oficio de sus abuelos. Su experiencia le indica que el nombre de repollo de Corón sigue utilizándose fuera de Vilanova, y es que la tradición pesa. De allí procedían los agricultores que recorrían los mercados de Galicia y allí, al pie de la ría de Arousa, se desplazaban los camiones llegados de Ourense para cargar y transportar las coles que se enviaban a Madrid.

La también llamada «verdura lonca» o «verdura del bacalao» se caracteriza por su hoja verde y porque de su tallo salen los «xenos», unos repollos más pequeños y compactos que también tienen una gran aceptación en el mercado, según indica Rosa Alonso. «Por iso lle chaman a verdura da fartura», añade.

Rica, sana y barata

Esta verdura tiene otras ventajas. La Carmela Alfonso explica que tiene propiedades anticancerígenas porque es más rica en glucocinatos que otras variedades y Dori añade que es recomendable, además, para las personas con diabetes «porque non ten azucre». Así las cosas, la verdura gallega es muy atractiva para aquellos que se apuntan a una dieta sana. Sana y barata. Rosa vende los repollos a un precio que oscila entre 1 y 1,25 euros, de modo que no hay excusa para no probarla en el cocido, con el bacalao o como guarnición.

Desde luego, en el colegio de Mosteiro (Meis) están por la labor. Este centro colabora con el Programa botánico de selección y mejora participativa de la Unión Europea (Erasmus+) que desarrollan junto a otros dos colegios de Irlanda y Azores, en el que trabajan en el cultivo experimental de variedades de verduras. El proyecto deja muchos excedentes, y saben sacarle buen provecho en el menú escolar. El proyecto tiene tres años de duración, de modo que la previsión es que los alumnos vuelvan a la huerta este invierno. Los que no fallarán son los agricultores que, como cada otoño, llenarán sus fincas con los famosos repollos de Corón. Rosa tenía previsto plantar ayer 300 unidades en su finca de Vilanova, cuya cosecha espera recoger en mes y medio. Se trata de un cultivo delicado «porque se non o recolles no se momento, rebenta, e logo, en dous días, pónselle a folla amarela». Quizás por eso no resulte fácil verlo en grandes superficies, aunque en alguna cadena de supermercados sí es posible encontrarlo, apostilla Dori.

Su vivero es uno de los pocos que puede presumir de trabajar con semilla autóctona, un bien escaso, lo que ha llevado al Centro de Investigacións Agrarias de Mabegondo y a la Misión Biológica de Galicia a tomar cartas en el asunto. Gracias a su trabajo e interés, y al de la vilanovesa Carmela Alfonso, la conservación de estas semillas está garantizada para el futuro y esta variedad ya no se perderá frente a otras más comerciales que están conquistando los mercados.

Dori González será, posiblemente, la última de una saga de cuatro generaciones que se han dedicado a cultivar estas semillas. De su vivero salen después las plantas de pequeño tamaño que vende a los agricultores y que, unas semanas después, llegan al consumidor.

A partir de este mes de septiembre el paisaje de O Salnés vuelve a llenarse del verde de la verdura más genuina de la tierra, y en los mercados volverá a escucharse aquello de: ¿tienes repollo de Corón?