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Llega septiembre, ¿qué puedo plantar en mi huerta?

Miriam García Roca / M.C REDACCIÓN / LA VOZ

AGRICULTURA

CARLOS RUEDA

A pesar de que la geografía condiciona el momento de recolección, septiembre es un buen mes para la siembra de una amplia gama de productos verdes

01 sep 2021 . Actualizado a las 21:11 h.

Los últimos coletazos del verano están llegando a su fin. Toca volver a la rutina y ponerse a preparar la tierra para sembrar nuevos cultivos que den fruto para poder degustar en otoño. Lo ideal para esta época del año es apostar por los cultivos de ciclo corto, como las lechugas; y por aquellos que precisan de menos horas de sol y que son mucho más resistentes a las bajas temperaturas como las acelgas, las espinacas, las coliflores y los nabos o nabizas. 

Desde la Asociación Amigos da Terra Galicia explican que es necesario tener en cuenta que en un territorio con una meteorología tan cambiante como Galicia, el período de cosecha puede variar de una comarca a otra. Por lo que no será lo mismo cultivar guisantes en zonas de interior como Ourense y la montaña de Lugo, donde las temperaturas son más elevadas, que en otras zonas de costa como A Coruña, A Mariña de Lugo o Pontevedra. De ahí que el tiempo justo de recolección en una zona u otra pueda variar hasta 15 días.

Desde Amigos da Terra  han elaborado una pequeña lista de productos muy sanos, versátiles y deliciosos, que son ideales para plantar durante prácticamente todo el año, pero algunos de ellos solamente en los meses de frío.

Nabos o nabizas

ALBERTO LÓPEZ

Un cultivo que resulta muy versátil y aprovechable, pues tanto su raíz (nabo) como su hoja (nabiza) son comestibles. A lo que hay que estar atento es al ataque de los caracoles y las babosas. Es frecuente, que muchos hogares con animales las planten también para dar de comer al ganado. Pese a que el consumo animal es tradicionalmente el uso más popular en Galicia, también es beneficioso para consumo humano. La raíz se puede consumir rallada en ensaladas, como si fueran rabanitos, o cocinadas con arroz o legumbres. Añadidas en la elaboración de caldos, aportan una dosis extra de minerales. En cambio, el consumo de las nabizas es más habitual. Estas se pueden consumir crudas, en ensalada, o cocidas junto a patatas o en tortilla. 

Coliflor

JOSE MANUEL CASAL

Las coliflores son plantas de épocas frías, aun así, lo más importante es que el momento de floración no coincida con meses muy calurosos o con heladas. Existen diferentes variedades de este tipo de planta de flor. La ideal para sembrar en el mes de septiembre  es la que luego se recolectará entre los meses de invierno y primavera. Después de germinar las semillas en un semillero, se deben trasplantar a la tierra cuando cuando tengan de tres a cinco hojas y se recomienda hacerlo en un sitio abierto y soleado con una tierra que retenga bien la humedad. Es conveniente prestar atención a posibles plagas como la hernia de la col y a las moscas y mariposas de la col, que pueden interferir en el desarrollo del cogollo de la planta.

Acelgas

Las acelgas son un alimento muy rico en hierro e ideales para acompañar comidas ligeras. Si se piensa en brindar a este cultivo de una oportunidad, cualquier época del año es buena para sembrar sus semillas en vuestros huertos. Cuando empiece a emerger hay que tener un especial cuidado al ataque de caracoles y babosas, pues al ser una hortaliza de hoja corren el riesgo de ser devoradas por este tipo de depredadores bastante habituales en los lugares donde predominan climas húmedos.

Col o repollo

JOSE MANUEL CASAL

Los que se echen ahora podrán ser recolectados desde enero a marzo, dependiendo de la zona geográfica. Necesitan suelos bien drenados y húmedos para su crecimiento óptimo. Además, necesitan mucho nitrógeno para su crecimiento, así que se recomienda abonar con mucho compost la tierra en la cual se van a plantar y prestar atención a plagas como las orugas, chinches, mosca blanca y caracoles.

Espárragos

Pixabay

Ornamentales y sabrosos. Esta planta herbácea perenne puede servir y otorgar una buena producción durante aproximadamente unos 10 años. Sin embargo, el espárrago resulta muy sensible a los cambios bruscos de temperatura y necesita recibir la mayor cantidad de luz posible para un lustroso crecimiento. Tras su plantación, se cortan los tallos que hayan crecido entre unos 10 y 15 cm y se nivela el terreno para que la raíz prosiga su cultivo.