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Cien años atando pacas de hierba

María Cedrón REDACCIÓN

AGRICULTURA

La compañía alemana Claas celebra el aniversario de su primera patente, un anudador de forraje al que ha ido incorporando desarrollos tecnológicos y que estos días está a pleno rendimiento en los prados de Galicia

26 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La campaña de recogida de hierba está en plena ebullición. No hay más que hacer un mini road trip por comarcas como Xallas, Deza, Chantada o Terra Chá para observar cómo las máquinas van sembrando los campos de rulos. Pero es probable encontrar también alguna empacadora gigante, de esas que van dejando un rastro de pacas de unos 1.000 kilos de peso. No es fácil sujetar tanta cantidad de hierba con solo seis nudos simples. El truco para hacerlos lo patentó hace justo ahora 100 años, en 1921, August Claas,quien ocho años antes había fundado la empresa alemana que lleva el apellido de unos hermanos _August, Theo, Bernhard y Franz_ que comenzaron a revolucionar el trabajo en el campo allá por tiempos de Guillermo II. Su anudador, basado en la tecnología usada en las máquinas de coser de la época, se convirtió en la primera patente de la empresa Gebr. Claas con el número 372140. Con ella sentó las bases de una tecnología de enfardado que se mantiene vigente en la actualidad con las máquinas que están trabajando estos días en Galicia y también con el nuevo modelo Quadrant Evolution, que será presentado el 1 de octubre. «A lo largo de estos cien años el anudador ha ido incorporando nuevos desarrollos tecnológicos. Actualmente puede controlarse de modo electrónico desde la cabina del tractor, pero la base es la misma», explican fuentes de Claas. De hecho, a lo largo de esos cien años de historia ha fabricado más de un millón de anudadores. Algunos están en las tres empacadoras gigantes que tiene, por ejemplo, la cooperativa Aira

El último desarrollo de la patente se hizo en el 2015, cuando se rediseñaron el gancho del pico anudador y la placa de retención del cordel para facilitar el uso de cuerdas más gruesas y fuertes, lo que dio más confianza y agilidad al proceso de empacado. No solo eso, porque también incorporó un control automático de presión que usa sensores para monitorizar la tensión del hilo y controlar automáticamente la presión de compactación del material, evitando que el hilo se rompa y maximizandoo la densidad de la paca. 

Además, a diferencia de los nudos dobles que hacen máquinas de la competencia, el nudo simple de Claas se alinea con los objetivos medioambientales de la nueva política agraria común (PAC). No es complicado entender por qué: «El ahorro de cuerda de plástico es alto al tener que hacer un solo nudo. Eso rebaja la cantidad de plástico que puede quedar luego en el campo, evitando además el desperdicio de hilo», comentan fuentes de la compañía.

Aunque de momento el mercado de las empacadoras gigantes es pequeño en Galicia en comparación con el de las rotoempacadoras _la diferencia de precio es una razón_, es probable que la tendencia cambie en unos años debido a que cada vez son más los ganaderos o agricultores que subcontratan a empresas ese tipo de tareas. De ahí que el que haga ese mismo road trip en unos años no encuentre tantos rulos de hierba y lo que vea son esas grandes pacas de una tonelada. El tiempo lo dirá.