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Ribeira Sacra multiplicaría por cinco su viñedo con el terreno a monte que solicitó recuperar

Luis Díaz
LUIS DÍAZ MONFORTE / LA VOZ

AGRICULTURA

Viñedo en bancales recuperado junto al cauce del Sil en la ribera de Vilachá
Viñedo en bancales recuperado junto al cauce del Sil en la ribera de Vilachá CARLOS RUEDA

Los vocales críticos acusan al presidente de preparar la llegada de grandes grupos que supondrían la ruina del modelo actual

20 ago 2021 . Actualizado a las 20:18 h.

Los vocales que reclaman la marcha del presidente del consejo regulador de Ribeira Sacra, José Manuel Rodríguez, asisten con «incredulidad» al anuncio de Medio Rural de la solicitud presentada por esta denominación de origen para que se permita recuperar 5.800 hectáreas sin aprovechamiento para la plantación de nuevos viñedos. La petición dirigida a la consellería, que tildan de iniciativa unilateral, supone -según destacan- más del 50% del total de la superficie abandonada que las cinco denominaciones de origen gallegas consideran aptas para nuevas plantaciones. «Son datos realmente sorprendentes tendo en conta que a D. O. Ribeira Sacra é unha das máis pequenas de Galicia», señalan los críticos con la gestión del presidente.

De acuerdo con las estimaciones de estos siete vocales, la puesta en cultivo de la superficie solicitada «suporía multiplicar por cinco a inscrita actualmente» en Ribeira Sacra. Las 5.800 hectáreas a monte que se consideran recuperables equivalen «a plantar 27 veces o viñedo existente no concello de Sober ou quince veces o viñedo de toda a subzona Quiroga-Bibei».

La petición remitida a Medio Rural contrasta, según advierten, con el hecho de que la superficie inscrita en el 2020 en esta denominación de origen, de 1.254 hectáreas, sea prácticamente idéntica a la de quince años atrás. «Se a isto engadimos o reducido número de incorporacións de novos viticultores no ámbito xeográfico de Ribeira Sacra, calquera pode deducir que estas novas superficies de viñedo serán aproveitadas maioritariamente por grandes grupos inversores», subrayan los vocales que pidieron la dimisión del presidente.

Si se pusiese en producción la superficie cuya recuperación se plantea, con arreglo a sus datos Ribeira Sacra pasaría a producir por cosecha en torno a 55 millones de kilos de uva, cifra que supone catorce millones más de los que se contabilizaron esta vendimia en Rías Baixas. «Non cabe dúbida -apuntan los críticos- que esta ampliación sen sentido proposta polo señor presidente suporá un cambio no sector con consecuencias que a ninguén se lle poden escapar».

Perjuicios por partida doble

El comunicado que cuestiona la petición de nuevos polígonos de viñedos está suscrito por los bodegueros Juan Carlos Varela Aguiar (SAT Virxe dos Remedios), Roberto Regal, César Enríquez (Adega Cachín), Primitivo Lareu, Pedro Rodríguez (Guímaro) y Evaristo Rodríguez (Abadía da Cova), y por Rogelio Díaz Mariño, viticultor y vocal del consejo regulador. Desde su punto de vista, la ampliación de superficie afectaría al precio de la uva por el exceso de oferta y a la competitividad de las pequeñas bodegas frente a «proxectos faraónicos que so se sosteñen con grandes grupos inversores normalmente foráneos».

«Estas megaampliacións xa se teñen levado a cabo noutras zonas tendo como consecuencia a desaparición do viticultor para dar paso a grandes explotacións que producen a moi baixo custe para encher os lineais das grandes superficies de viño barato, deixando tras de si o abandono do campo. Parece ser que este é o futuro que o presidente da D. O. quere para este territorio», argumentan.

La propuesta de ampliación de superficie vitícola constituye, según su criterio, «o último desvarío dun presidente que xa ten perdido toda lexitimidade ao aferrarse ao cargo de forma antidemocrática, sustentado por unha consellería que o felicita cando fai propostas que soarían a broma de non ser porque poden levar á ruína a case 2.000 viticultores e case cen adegas».